Tierra Adentro
Henry Kissinger, Junio 2013. Imagen recuperada de Flickr (CC BY-ND 2.0)
Henry Kissinger, Junio 2013. Imagen recuperada de Flickr (CC BY-ND 2.0)

El  27 de mayo cumple 100 años una figura controversial en la política estadounidense y en el mundo de la segunda mitad del siglo XX: Heinz Alfred Kissinger, mejor conocido como Henry Kissinger, quien en su papel como directivo y ejecutivo de la diplomacia estadounidense, supo conducir la política exterior de Washington para aminorar los desastres producidos por la guerra de Vietnam, conservar la política de la Détente o relajar las tensiones en plena recta final de la Guerra Fría con la URSS, así como iniciar el proceso de pacificación en Medio Oriente.

Sin embargo, estos resultados no surgieron de la nada, además de ser diplomático, Kissinger desarrolló un extenso entramado académico e ideológico, el cual muestra una concepción teórica pragmática de las relaciones internacionales, o entre Estados, que USA, como potencia mundial no pudo dejar de considerar para mantener una posición privilegiada en el sistema internacional.

 

Kissinger funcionario

Una vez terminada la carrera académica y profesional hacia 1960, Kissinger trató de incursionar en la política, después de fungir como consejero en las campañas de nominación presidencial de Nelson Rockefeller entre 1960 y 1968. Al año siguiente, fue invitado para conformar el primer gabinete presidencial, en calidad de asesor de seguridad nacional entre 1969 y 1975.

Firme partidario de la Realpolitik1 o el realismo político, Kissinger como asesor de seguridad nacional, consideró importante resolver la participación estadounidense en la guerra de Vietnam (1964-1975), la cual comenzó con la administración presidencial anterior de Lyndon B. Johnson (1963-1969).

Kissinger insitió principalmente por la acumulación de los costes políticos internos que fueron evidentes en todo el país, gracias a las manifestaciones. Sumado a un sentimiento cada vez más abierto para involucrarse en conflictos externos que, en última instancia, terminó por cuestionar la legitimidad del gobierno y el propio Estado estadounidense.

Con el paso de los años, el caso de Vietnam se convertiría uno de los más significativos para la carrera pública de Kissinger y el que mayor discusión generaría, tomando en cuenta los resultados del conflicto, pues entre 1969 y 1972, se optó por mantener las operaciones militares terrestres y bombardeos, con un cambio importante: no solamente se limitaron a atacar posiciones del bando de norvietnamita en su territorio, sino que también se realizaron en países vecinos como Laos y Camboya2.

Además de generar ventajas a favor del bando de Vietnam del Sur y Estados Unidos en la guerra, aquellas operaciones militares fueron empleadas por Kissinger y Nixon para tener un punto extra, mientras las negociaciones con los rebeldes del norte se mantenían, aparte. Sin embargo, un efecto secundario no considerado por ninguno de los líderes fue el debilitamiento del régimen camboyano que, eventualmente fue derrocado por el Jemer Rojo en 1975, quien instauró una brutal dictadura causante de millones de muertes hasta la intervención vietnamita en 1979.

Otro dato aún más importante de dicho periodo, adicional a la política de Vietnamización3, fue el retiro considerable de tropas de Vietnam de las que no habían podido deshacerse desde 1969, a pesar de los pocos resultados que aquellas había tenido para obtener ventajas considerables para el bando vietnamita del sur sobre sus enemigos del norte. Considerando la ofensiva que éstos últimos realizaron en 1972, aunada a las elecciones presidenciales estadounidenses, Kissinger obligó a reforzar el diálogo para lograr una resolución.

De manera individual4, sostuvo reuniones en Paris con Le Duc Tho, representante de Vietnam del Norte entre julio de 1972 y enero de 1973 para acordar un alto al fuego y formalizar el retiro de Washington del conflicto; sin embargo, aquel proceso estuvo lejos de ser fácil y constante, pues la estrategia de la zanahoria (negociaciones) y el garrote (bombardeos e incursiones militares) ejecutada por toda la administración de Nixon durante  la guerra se mantuvo y amenazó en diciembre de 1972 con descarrilar el proceso de negociaciones.

Afortunadamente, lo anterior no sucedió y el 27 de enero de 1973 Kissinger y Le Duc Tho firmaron los Acuerdos de Paris, terminando la turbulenta participación estadounidense en Vietnam. En un esfuerzo secundario para consolidar el proceso de pacificación en el país, el Comité del Nobel optó por otorgar en una de sus múltiples decisiones polémicas5  el premio de la Paz en el mismo año a los negociantes del acuerdo.

Sin embargo, la firma de dichos acuerdos no concluyó la Guerra, ya que a pesar de establecer un alto al fuego entre los bandos sur y norte, las hostilidades no cesaron por completo. Y para empeorar la situación, desde finales de 1973, hasta la caída de Saigón, capital de Vietnam del Sur en abril de 1975, los avances de las fuerzas del norte terminaron por unificar al país y por zanjar el conflicto, mientras que en Washington se imprimía para una potencia mundial. la primer huella de derrota militar en el Siglo XX.

Relativo al relajamiento de las tensiones o Détente (distensión) con la Unión Soviética, Kissinger, ya en calidad de director del Departamento de Estado entre septiembre de 1973 y enero de 1977, fue firme promotor de dicha política. Se centraba en una visión teórica propia fincada en los vínculos (linkages). Fue preparada en los años de la academia.

Desde esta perspectiva de vínculos, ciertas concesiones eran brindadas a Moscú para persuadirlo a cambio de otras que necesitara Washington en distintas puntos y problemáticas de negociación en plena Guerra Fría, esto con el principal objetivo de evitar una confrontación directa entre las potencias nucleares y militares de la época6.

Otro punto a favor de dicha política de linkages para Estados Unidos, fue el reacercamiento con China, lo cual se encargó de administrar de manera personalizada Kissinger, y que culminó con la visita del presidente Nixon a Pekín en 1972, esto con el principal propósito de restablecer las relaciones con dicho país y aprovechar el cisma en desarrollo con la URSS por el dominio del bloque socialista.

Por otro lado, y a pesar de la creciente oposición interna en el gobierno7, en 1972 se firmaría el marco cooperativo con la URSS de los tratados de limitación de armas nucleares estratégicas o SALT, y para 1974 se incluiría una expansión a los mismos relacionados con otro tipo de armas nucleares durante la Conferencia de Vladivostok en noviembre de 1974.

Durante el pimer año en el Departamento de Estado, Kissinger también tuvo la oportunidad de ejecutar una política exterior altamente individualizada con resultados satisfactorios, ya que en octubre 1973, el conflicto árabe-israelí se reactivó con la Guerra de Yom Kippur, pero gracias a la brillante mediación de este personaje8 entre los múltiples grupos enfrentados, en diciembre logró convocarlos a una conferencia en Ginebra para mantener el cese al fuego e iniciar un proceso de pacificación en Medio Oriente que culminaría con la firma de los Acuerdos de Campo David en 1978, y que consolidó el reconocimiento mutuo de Israel y Egipto como poderes regionales.

Desafortunadamente, el devenir de la política interna estadounidense comenzó a ejercer una efecto negativo sobre la administración publica nacional de la que Kissinger no pudo escapar, pues a raíz del espionaje gubernamental ejercido por el FBI y el empleo indebido de recursos estatales durante la campaña de re-elección presidencial en 1972, llamado “escándalo de Watergate”, la Cámara de Representantes estableció un comité de investigación que corroboró los hechos, y terminó por orillar a un recién re-electo Nixon a renunciar el 8 de agosto de 1974,  bajo la amenaza de un juicio político que podría terminar no solamente con su destitución sino con una condena judicial.

Una vez terminado el proceso de turbulencia política interna, Kissinger logró mantener la titularidad en el Departamento de Estado durante la administración del presidente Gerald Ford (1974-1977); sin embargo, en noviembre de 1975 en un reacomodo de la administración federal, Ford removió a Kissinger como consejero de seguridad nacional, lo cual anunció el periodo final en la cúspide de la política exterior norteamericana, pues al asumir la presidencia en 1977 Jimmy Carter nombró a Cyrus Vance como nuevo titular del Departemento de Estado.

Luego de su paso como secretario de Estado, Kissinger trabajó esporádicamente e el sector público como asesor externo, pero su más reciente y notable participación sería hasta la década de los 90 durante la presidencia de William Clinton (1993-2001), desempeñando un papel no oficial para la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México, a la par de consultar de manera privada a diversos gobiernos latinoamericanos en sus respectivos procesos de privatización de empresas estatales9.

No obstante, fue durante el periodo post gobierno que su desarrollo teórico pudo tomar mejor forma. Preparó textos notables como “La Diplomacia” (1994) y sus memorias (1979, 1982 y 1999), en los que expuso gran parte de su concepción ideológica y profesional de la política internacional desde el S. XIX, pasando por las dos Guerras Mundiales y la Guerra Fría (1945-1991).

Para Kissinger, un elemento determinante para el desarrollo político interno y externo de un país se encuentra firmememente anclado en la historia, pues a partir de los hechos y procesos previamente acontecidos, permite a quienes ejecutan la política exterior determinar si las situaciones actuales poseen elementos comparables en el pasado para actuar mejor en consecuencia10.

Adicionalmente, si el líder político puede interpretar de manera adecuada la historia para no verse sobrepasado por ella, también puede aumentar su creatividad para la solución de problemas y hacer explícita la hoja de ruta de los mismos no solamente al aparato burocrático estatal, sino a la población en general para mantener el apoyo y asegurar resultados positivos11.

Además del factor histórico, los factores relativos a la estabilidad y el equilibrio en un orden internacional12 son centrales en la mayoría de los escritos de Kissinger. Estas condiciones pueden alcanzarse por medio del establecimiento de límites y sanciones dentro del accionar de los Estados, el cual en términos amplios se reduce a la cooperación, siendo la diplomacia13 la principal herramienta.

Siguiendo el tema de los órdenes internacionales, existen dos tipos fundamentales, uno de carácter balanceado y con alta legitimidad, y otro revolucionario; para el primer caso, se toman en cuenta los límites de actuación, las aspiraciones y antecedentes históricos de cada Estado para construirse, y tiene como función primordial la resolución de controversias por medio de la diplomacia que compromete a los actores a acatar dichos acuerdos para perpetuar el orden y el balance14.

Respecto a los órdenes revolucionarios, cuando la legitimidad que confieren sus miembros a acatar las reglas y la jerarquía establecida se vuelve dispar o impide que los intereses nacionales de un Estado puedan ser cumplidos, surge la posibilidad de que aquel orden sea desafiado abiertamente por uno de ellos para cambiarlo, y de resultar satisfactorio, un nuevo arreglo internacional se establece.

Finalmente, es necesario considerar que la duración de cualquier orden internacional estará estrechamente ligada con el nivel de legitimidad, aceptación y compromiso en el ejercicio de la política exterior que los Estados le confieren, determinando así que ninguno es permanente ni constante.

Lo anterior de igual forma, tampoco puede contemplarse sin aquellas intervenciones y cálculos directos, elaborados gracias a sus cualidades de análisis extraordinarias que manifestó no solamente como funcionario público, sino también como importante exponente téorico del realismo político internacional.

En contraste, es en este excesivo protagonismo y dependencia individual que también el legado de Kissinger puede medirse, ya que la mayoría de los acuerdos alcanzados en política exterior para Estados Unidos en ese periodo fueron gracias a la intervención de un individuo, y no al Departamento de Estado como un conjunto o una institución para lograr resultados efectivos, que pudieran ser replicados en el futuro. Ejemplo de ello fue la disminución de la influencia internacional estadounidense durante la administración de Jimmy Carter (1977-1981).

Y esto último es incompatible no solamente con la democracia como sistema de gobierno institucionalizado, sino de la propia consolidación del aparato gubernamental del Estado, pues la excesiva dependencia a los individuos para su funcionamiento impide que se creen organismos administrativos que puedan funcionar por medio de reglas y dinámicas claramente establecidas; hecho que compromete seriamente su durabilidad en el tiempo.

 

Fuentes Consultadas

  •  Berridge, G.R., Keens-Soper, Maurice y Otte, T.G., Eds., Diplomatic theory from Machiavelli to Kissinger, Palgrave, Estados Unidos y Reino Unido, 2001.
  • Feldman, Burton, The Nobel prize : a history of genius, controversy, and prestige, Arcade Publishing, Estados Unidos, 2000.
  • Grandin, Greg, Kissinger’s Shadow, Henry Holt & Co, Estados Unidos, 2015.
  • Isaacson, Walter, Kissinger: a biography, Simon & Schuster, Estados Unidos, 2005.
  • Starr, Harvey, Henry Kissinger: perceptions of international politics, The University Press of Kentucky, Estados Unidos, 1984.
  • Wagner, Abraham R., Henry Kissinger : pragmatic statesman in hostile times, Routledge, Estados Unidos y Reino Unido, 2019.
  • Wagner, Heather, Henry Kissinger : ending the Vietnam War, Infobase Publishing, Estados Unidos, 2007.
  1. Teoría política que se centra en el Estado como ente supremo de organización de la vida de las personas en sociedad, dicho Estado, su preservación y cumplimiento de intereses nacionales para mantener y acrecentar el poder.
  2. Wagner, Heather, Henry Kissinger : ending the Vietnam War, Infobase Publishing, Estados Unidos, 2007, pp. 65—68.
  3. Política iniciada por Nixon para capacitación de las tropas de Vietnam del Sur y mayor traslado de armamento para su uso, con el objetivo de disminuir la dependencia del ejército estadounidense y eventualmente retirar a sus efectivos de la guerra
  4. Wagner, Abraham R., Henry Kissinger : pragmatic statesman in hostile times, Routledge, Estados Unidos y Reino Unido, 2019, pp. 96-97.
  5. Feldman, Burton, The Nobel prize : a history of genius, controversy, and prestige, Arcade Publishing, Estados Unidos, 2000, p. 16.
  6. Wagner, Abraham R., Ibíd., p. 115.
  7. Ibíd., pp. 114-118.
  8. Isaacson, Walter, Kissinger: a biography, Simon & Schuster, Estados Unidos, 2005, pp. 808-809.
  9. Grandin, Greg, Kissinger’s Shadow, Henry Holt & Co, Estados Unidos, 2015, pp. 177-178.
  10. Berridge, G.R., Keens-Soper, Maurice y Otte, T.G., Eds., Diplomatic theory from Machiavelli to Kissinger, Palgrave, Estados Unidos y Reino Unido, 2001, p. 185.
  11.  Ibíd., pp. 187-188.
  12. Entendido como una serie de normas y comportamientos que siguen los Estados por acuerdo común para el ejercicio de su política exterior, las cuales además de determinar y sancionar cuáles son permitidos y prohibidos. Ello no inhibe que no existan conflictos, pero sí permite acotar su extensión e intensidad.
  13.  Definida por el propio Kissinger como el arte con el cual los Estados se relacionan entre ellos por medio de acuerdos en lugar el ejercicio de la fuerza.
  14.  Ibíd., p. 194.