El secreto de la oruga
Partamos a la oruga por la mitad,
reventemos su vientre
y salgamos expulsados y chorreantes,
nosotros los minicerdos,
cubiertos por la baba de vísceras insectas.
Cojamos entre todos
en las más espesas aguas negras.
Ensalivémonos,
escupámonos
y penetrémonos al mismo tiempo:
The Human Sex Centipede.
Pero que nadie
diga
en voz alta
lo que todos ya sabemos.