El beso de la quinta dimensión
No importa
la hora que la lluvia
piense en ti.
No importa
que el vacío de la noche
llore por nosotros.
No, no importa
que el frío cale
el ombligo de mi muerte.
No importa
que la ausencia
sumerja los huesos
en la oscuridad de nuestros cuerpos.
Lo que importa
es tocar tu voz,
es caminar mis manos
en la geometría exacta de tu alma.
Lo que más importa
es abrazarnos en el punto final
de tus sueños
y despertar juntos
en la eternidad de la mirada.
No importa
la hora que la vida
eternice en ti.
No importa
que el silencio de la bóveda
exploren nuestros agujeros negros.
Pero, lo que más importa
es que el tiempo
nos lleve al corazón del tic tac
de nuestras consciencias, —constelaciones—
y nos transcite en las manecillas
de nuestro amor —realidad—
mientras cesan
las gotas de la locura
de mis lluvias
más expandidas
por ti.
Por último,
lo que más me importa
es recorrer laluzcuántica —virgen—
de tu cuerpo junto al beso de nuestra quinta dimensión.