Tierra Adentro

 

Después de seis años desde su segunda separación, The Jonas Brothers anunciaron su regreso, sorprendiendo a sus seguidores con el lanzamiento de “Sucker”, el primer sencillo de su nuevo álbum, al igual que el estreno de un documental en Amazon Prime que seguirá su trayectoria al estrellato y un posible tour mundial. Hoy la narradora Marie Fuentes, adepta al fan fiction, imagina la reunión previa a este reencuentro.


 

El momento había llegado. Terminaba el último día de grabación. Nick miró cómo sacaban las cámaras del estudio. Todos se despedían y prometían verse más tarde para la fiesta. Sin embargo él permaneció en la cabina de grabación, de pie, con una mano sujetando la plumilla de la guitarra que le regalaron las niñas en su cumpleaños antepasado.

—Alena y Val la escogieron —le dijo Danielle mientras acomodaba el moño en el cabello de Valentina, Nick la sostenía en sus brazos —. Tiene una estrella, ¿ves?

—Me encanta— fueron sus únicas palabras, pues Valentina había decidido jalarle los labios con sus manos pegajosas de bebé.

La plumilla escapó de entre sus dedos, cayendo al suelo, Nick se agachó para levantarla y, cuando alzó la vista, se sobresaltó al mirar a Joe a través del cristal.

—¿Qué haces?

—Pensé que ya te habías ido — contestó Nick.

Joe se encogió de hombros, y entró a la cabina con él. Miró alrededor mientras se colocaba detrás de Nick y rodeaba su hombro con el brazo, perfectamente consciente de que Nick odiaba que hiciera eso.

—Este lugar trae recuerdos, ¿no? — dijo, Nick tensó los labios— Como cuando te emocionaste y estampaste tu cráneo contra el micrófono en nuestra mejor versión. Diablos, ¿cuántas veces habíamos grabado? ¿Veinte? Todo para que arruinaras la única toma buena.

—¿Y tú cuántas veces te caíste al entrar?, ¿unas treinta?

—Hay un desnivel.

—Es como de un milímetro, Joe.

—Sigue siendo un desnivel.

El estudio avivaba escenas que Nick creía olvidadas, mañanas de trabajo que terminaban convirtiéndose en noches, improvisaciones que generaban nuevas canciones.

—¿Dónde está Kevin?

—Seguro está en camino — Joe volteó a verlo —, le robé su teléfono.

—¿Otra vez?

La puerta volvió a abrirse, Kevin entró y miró directamente hacia donde estaba Joe, negó con la cabeza y estiró su mano.

—Dejó de ser divertido —Kevin frunció las cejas—. Lo peor es que no me doy cuenta hasta que estoy en la siguiente calle.

 

Nick dejó de escucharlos y posó sus ojos en la plumilla de guitarra. Debería de sentirse emocionado, por terminar el documental. Era un recorrido que partía desde sus primeros ensayos, hasta la etapa The Jonas Brothers, del éxito y locura; después la primera separación y sus relaciones: Kevin y Danielle con su familia, Joe y su inminente boda con Sophie, y la relación de Nick con Priyanka, que culminó en matrimonio meses después de conocerla.

El documental terminaría con un segmento de cómo eran sus vidas ahora: escenas de Joe con DNCE en el escenario y escenas de Kevin con Danielle, Alena y Valentina, disfrutando de la vida y encargándose de manejar sus empresas; y, por supuesto, la carrera que Nick tenía como solista.

—¿Y si volvemos a ser una banda?

Sus hermanos, incrédulos, voltearon a verlo.

—¿Qué? —logró preguntar Kevin.

—Estás loco — Joe negó con la cabeza. Pensaba que no volverían a hablar del tema después de todos los problemas en los que los metió en su momento —. Tú fuiste el que dijo que ya no quería ser parte de la banda, ¿y ahora la quieres de regreso? ¿Se te acabó el dinero con tus dieciocho bodas?

—No fueron dieciocho y ese no es el punto — Se guardó su plumilla en el bolsillo de su chamarra —. Ya sé que fue mi culpa, pero…

—¿Pero finalmente entendiste que tus álbumes no son tan buenos? —preguntó Kevin.

—Oye, tengo una buena carrera de solista.

—Y a mí me va bien con DNCE y Kevin tiene a Danielle y a las niñas. Cada quien por su propio camino, fue tu idea.

—Lo sé…

En sus ojos pudo ver la herida que dejó. Les estaba yendo bien en ese reencuentro, los boletos se agotaban para cada concierto y eran sólo ellos en tour una vez más, como en los viejos tiempos, pero las pláticas se convirtieron de pronto en peleas, las peleas en partidas repentinas, y las partidas fueron intercambiadas por destrozos que ninguno fue capaz de arreglar.

—¿De verdad están de acuerdo con ese final para el documental? ¿No les parece… deprimente? Empezamos juntos y ahora no lo estamos. Y ya sé que fue mi culpa, Joe, pero ahora tenemos la oportunidad de cambiarlo.

—¿Sabes cuántas veces Kevin quiso golpearte en la cara por separarnos?

—Nunca quise golpearlo — intervino Kevin, ya no volvería a contarle nada a Joe, miró a Nick — ¿Estás seguro de esto? Porque ambos saben lo mucho que adoro a la banda, pero adoro aún más a mi familia. No quiero volver a la convivencia tóxica.

—Entiendo lo que dices, Kev — Nick miró a sus hermanos, de repente incómodo —, pero creo que podemos superar eso.

—¿Yendo a terapia? ¿No hay otra opción menos humillante?

Joe disfrutaba estar con DNCE, pero no podían compararse a sus hermanos. Él también sentía nostalgia, sabía que los tres deseaban lo mismo, que todos extrañaban volver a ser un equipo. Pero nadie se animó a decirlo en voz alta, sólo fue visible en sus intercambios de miradas, en la manera en la que esperaban que alguien más hablara y los frenara de tomar una decisión impulsiva, de la verdadera decisión unánime que los había estado acompañando durante años sin que se dieran cuenta, sólo apareciendo en breves momentos donde el pasado se juntaba con el presente.

—Si de verdad lo vamos a hacer — dijo Joe, tanteando el terreno—, tengo tres condiciones.

—Dilas —habló Nick.

—Número uno: no tocaremos canciones de tu álbum de solista, no me importa qué tan fabuloso tú creas que es —Sabía que tarde o temprano Nick sugeriría tocar una de sus treinta versiones de la misma canción, en serio, ¿cuántos remixes eran necesarios? —Número dos: sólo iré a terapia si hay alcohol de por medio.

—Yo también —asintió Kevin—, para aligerar la carga.

—¿Y la tercera?

—Si nos preguntan por qué nos separamos las otras dos veces, tú tienes que asumir la culpa, porque todos sabemos que la tuviste.

—Yo tengo otra condición —Kevin volvió a cruzarse de brazos — No nos separaremos sin sacar un nuevo álbum antes, eso fue muy cruel la última vez, si lo volvemos a hacer no estoy muy seguro de que pueda vivir con eso.

Nick tensó los labios en un intento por ocultar su sonrisa, se cubrió la boca con la mano y negó con la cabeza.

—Entonces tenemos mucho trabajo por hacer.

—No, ¿cuántas canciones tenemos guardadas?, ¿treinta?, ¿cuarenta?

—Y las que faltan por escribir. Dios, Danny no me va a creer.

—No deberíamos decirlo antes de que sea oficial.

—Ahora ya es oficial, aunque voy a necesitar que alguien me golpee si ven que voy a decir algo.

—Los Jonas Brothers han vuelto.

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Ficha de hacienda equivalente a 1 mecate de "chapeo" (corte de maleza) expedida en la Hacienda Dziuché a finales del siglo XIX. Imagen recuperada de Wikimedia Commons. Collage realizado por Mildreth Reyes.
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