Tierra Adentro

Titulo: Fecha de Caducidad

Autor: Kenya Márquez (Dir.)

Lugar y Año: México, 2011

Fecha de caducidad (2011) es la ópera prima de la cineasta tapatía Kenya Márquez, que ganó el Premio del Público en el Festival de Cine de Morelia y luego se proyectó con bastante éxito durante el Festival de Cine de Guadalajara en 2012; hace un par de semanas, finalmente, se estrenó en las salas del país.

Ambientada en Guadalajara, Ramona y su hijo, Osvaldo, viven en un departamento decorado como sólo lo podría hacer una madre longeva y abnegada. Osvaldo, un haragán ya bastante mayor, sale enfurecido de casa por un error que la madre ha cometido al cortarle las uñas de los pies. Ramona lo espera para cenar, pero las horas pasan y Osvaldo no regresa. La cena está servida: una sopa de tomate, al parecer, es la cena de todos los días. Así, la inocua sopa de lata toma, no pocas veces, el papel de la sangre que le da a la película su toque entre gore y humorístico.

Cuando se dispone a buscar a Osvaldo, Ramona se encuentra de pronto, casi de improviso, en un papel que, según puede deducirse, no le tocaba jugar. Ramona ya ha buscado el cuerpo de su hijo en la morgue, en el hospital y hasta el manicomio, ¿qué le queda por hacer? La única pista que tiene para localizarlo es la herida que le hizo en un dedo del pie cuando le cortaba las uñas. La secretaria de la morgue la alienta: “Buscar entre los vivos”. Entonces, empieza a hacerlo con una sospechosa vecina que se ha mudado al departamento de al lado: Mariana, una fugitiva de su propia desgracia. En la morgue, Genaro, un multiusos, que funge como el eslabón para que las historias se entrelacen, se une al grupo de personajes raros, peculiares y excéntricos.

Fecha de caducidad es una muy lograda comedia negra, bien dirigida, bien actuada, bien producida y animada, tal vez de lo mejor que se ha proyectado de cine mexicano en el último año, lo cual, sin duda, no es poca cosa si se toma en cuenta que a la realizadora le tomó diez años llevar su proyecto a buen puerto. Sería una verdadera lástima que esta película pasara desapercibida o quedara anulada entre la serie de cintas taquilleras que coptan varias salas de los complejos cinematográficos. Así que, ya recomendada ampliamente, sólo queda correr a verla.