Tierra Adentro

A mediados de este año falleció Gustavo Sainz, un escritor prolífico y lector voraz. Aunque poco leído, el trabajo de Sainz caló hondo en la conciencia de sus lectores y de los jóvenes escritores de hace varias décadas. Su labor como editor y escritor, a la que debemos colecciones emblemáticas como setentas y novelas como Gazapo y Muchachos en llamas, aunada a su amor por la cultura, convirtieron a Sainz en un tesoro casi secreto para quien quisiera acercarse a la literatura mexicana. En Tierra Adentro hablamos con Alejandra Peart Cuevas para que nos compartiera fragmentos de la correspondencia que mantuvo con Sainz. En estos e-mails, Sainz habla sobre su futuro retiro, los planes que tenía en Saltillo y su gusto por la literatura, proyectos por venir que no pudieron concretarse.|

Yo en tus ojos

(desde la nada del amor) me cierro

En tu frente sobre

la herida luz pongo la sombra

de mi mano.

Dolores Dorantes

Desde la primera vez que nos vimos en la oficina de Alejandro Zenker, Gustavo Sainz y yo nos escribimos casi a diario. Nos hicimos amigos, socios, colegas y compañeros a la distancia. Nos veíamos siempre que él venía, todo el tiempo posible. Él siempre se preocupó por mi salud y mi bienestar. Me contaba en sus cartas sobre su vida personal, sobre sus hijos, su novia Laura, a quien tanto amaba, su perrita Corina, sus comidas en casa o en algún restaurante. Amaba cocinar y comer bien. Si terminaba de leer algún libro, en seguida me platicaba sobre él y sobre las películas que veía, a veces hasta dos al día. Compartimos también el gusto por la NFL, veíamos todos los partidos juntos, pero lejos. Él le iba a los Colts de Indianápolis, platicábamos sobre cada juego, en dónde lo vimos, con quién, qué nos había parecido, etcétera. También, desde el principio, hablamos sobre el famoso convenio que firmó con las Bibliotecas del Estado de Coahuila para la donación de su acervo bibliográfico a Saltillo. Esperaba, contando los días, su llegada a Saltillo. Faltaba poco. Aquí nunca se sentiría solo, teníamos muchos planes. Le conseguí una hermosa casa en el centro de la ciudad para vivir, cerca de la mía y del Ágoras; el trabajo editorial y de promoción cultural que realizaría lo mantendrían activo. Eso, pensé, lo haría muy feliz. Yo hubiera dado mi vida por sólo volver a verlo. Seleccioné estos correos aleatoriamente como muestra de nuestro diálogo. En ellos se puede leer sobre la Biblioteca de Rescate Gustavo Sainz, proyecto que hubiera hecho reaparecer libros extraordinariamente importantes que están, desde hace años, fuera de comercio, un proyecto que íbamos a producir en la editorial Atemporia y que se quedó en stand by junto a otros, debido, principalmente, a que la salud de Gustavo decayó de un momento a otro.

-Alejandra Peart Cuevas

1 DE DICIEMBRE DE 2008

Buenos días, mi admirable amiga y adorada cómplice:

Hoy amaneció por acá a 29 grados, algo así como 6 grados centígrados bajo cero. Debo impartir un par de clases, de 9 a 11, y luego comer con mis dos hijos, pues acostumbramos hacerlo todos los viernes. Tengo que escribirte sobre muchas cosas y creo que habría que empezar.

A mediados de este año falleció Gustavo Sainz, un escritor prolífico y lector voraz. Aunque poco leído, el trabajo de Sainz caló hondo en la conciencia de sus lectores y de los jóvenes escritores de hace varias décadas. Su labor como editor y escritor, a la que debemos colecciones emblemáticas como setentas y novelas como Gazapo y Muchachos en llamas, aunada a su amor por la cultura, convirtieron a Sainz en un tesoro casi secreto para quien quisiera acercarse a la literatura mexicana. En Tierra Adentro hablamos con Alejandra Peart Cuevas para que nos compartiera fragmentos de la correspondencia que mantuvo con Sainz. En estos e-mails, Sainz habla sobre su futuro retiro, los planes que tenía en Saltillo y su gusto por la literatura, proyectos por venir que no pudieron concretarse.

Para iniciar la Biblioteca de Rescate, ¿qué te parece si empezamos con el libro de Dante Medina, y con ¿ABCDErio o ABeCeDamo?, de Daniel Leyva. En cuanto vea a Zenker y me entregue los libros que él tiene, te podría entregar el de Salvador Castañeda y los demás.

Terminé de leer Las benévolas, de Jonathan Littell, y me encantó. Es una novelota de 997 páginas, fantástica. También leí La ceremonia del porno, Premio Anagrama de Ensayo, muy decorosa. Hoy planeamos ir al cine a ver El orfanato, la nueva película de Guillermo del Toro. Mi ex vendrá el 1, 2 y 3 de febrero para despojarme de muebles, libros y una buena cantidad de dinero, y yo no quiero verla, ya te contaré. Me encantó haber hablado contigo ayer. Ah, mi Laura quiere presentar sus exámenes de maestría el 9 de abril, y de aquí a entonces no se atreve a viajar, aunque para el spring break, del 8 al 15 de marzo, sí acepta ir a México, pero amenaza con pasarse los días estudiando. Avísame en cuanto sepas de la Feria de Minería, y recuerda que, como enseño lunes, miércoles y viernes, lo más fácil es que viajara de jueves a domingo. Mi Laura te admira y dice que te quiere mucho también, te manda saludos y votos para que recobres tu salud.

Te quiere de más

Tu Gustavo

saiz

28 DE DICIEMBRE DE 2008

¡Mi Gustavo!

¡Feliz Navidad!

¡Feliz todo!

El director de las Bibliotecas Públicas del Estado de Coahuila, que conociste cuando estuviste acá en Saltillo, dice que quiere abrir una biblioteca con tus libros y que lleve tu nombre, y lo quiere hacer el 2009, para eso necesita saber primero cuántos ejemplares son aproximadamente y poder hacer el proyecto en forma: conseguir el lugar, hacer las adecuaciones necesarias, etc. Eso dijo. Obviamente tú supervisarías y aprobarías todas sus etapas y ellos pondrían el dinero para traerse los libros. También quiere que una vez inaugurada la biblioteca, tú estuvieras a cargo de ella de alguna forma, dieras una cátedra y ya pensando a lo grande crear el Premio de Narrativa Gustavo Sainz, por ejemplo, o abrir una escuela para escritores y traer maestros de todas partes o talleres de cine. En fin, creo que quieren bajarte el cielo y las estrellas, pues les mencionaste que querías venir a vivir a Saltillo. Obviamente esto nos beneficiaría bastante porque así ya tendrías un trabajo formal y estable con un sueldo fijo, y además podríamos seguir trabajando en Ágoras y sobre todo en nuestra editorial Atemporia, ¡somos la mancuerna perfecta!

Yo les dije, cuando me preguntaron como para cuándo venías, que sería en semana santa, y después tal vez en verano a dar un taller y me contestaron que de ellos corre el costo del taller y tus honorarios para que vengas a platicar personalmente de todo esto y hacerte las propuestas formales. Estoy muy emocionada porque ya estarás aquí y me cuidarás y guiarás y haremos grandes cosas.

A.

28 DE SEPTIEMBRE 2009

Ando corriendo pues con esto de la Feria del Libro de Saltillo, el stand y, aunque contraté a alguien para que me ayude, en estos meses debo supervisarlo todo.

Dime tú a qué hora llegas, quién irá por ti, en dónde te hospedarán, hasta qué día estarás aquí, debemos ser inseparables esos días para platicar de todo lo que ha pasado.

¡Te quiero y te deseo un muy feliz lunes!

A.

saiz3

9 DE DICIEMBRE 2010

Querido Gustavo,

Acabo de enviarte otro correo-enlace con el director de las Bibliotecas, por favor tenme al tanto de lo que te digan y demás para ayudarte a que ya al fin se lleve a cabo esto.

Pensé que en lo que reabro el Ágoras tengo, ahora sí, mucho tiempo libre, podríamos retomar tu blog, ¿Qué piensas? Tú me dices y comienzo ya. Aún hay muchas fotos sin subir, imágenes, textos.

Tuya A.

11 DE ENERO 2011

Mi Alejandra tan bella y tan cómplice.

Anoche soñé contigo. Íbamos en un coche en una carretera soleada y conversábamos amigablemente. Te agradezco mucho que vayas a ir por mí al aeropuerto de Monterrey, ya te avisaré apenas termine el mes, qué día llego y a qué horas y en qué línea aérea. Quiero ayudarte mucho con Atemporia, pues creo que sabes que yo era el editor de Mortiz, de 1960 a 1970, y que luego fui el editor de Grijalbo de 1971 a 1980. Aunque de seguro ya no estarán los libreros en el D.F. que eran mis amigos, me haré amigo de los nuevos y pondremos a circular nuestra producción. Anoche nevó y tuve que limpiar mi camioneta de nieve. Había 25 grados, lo que no es tan espantoso como cuando hay 3, o 2 grados. Aún sigue nevando y hoy son mis primeras clases. Ya fotocopié los syllabus, y lo malo es que tengo que caminar bajo la nevada pues mi segunda clase es un poco distante del edificio de donde tengo mi oficina. Pero espero que el proyecto de la biblioteca en Saltillo se resuelva y que yo no tenga que vivir las incomodidades de otro invierno como éste.

4 DE JULIO 2011

Ya me faltan menos de 20 días para volar hacia Monterrey y de ahí tomar un taxi a Saltillo. Aunque la mudanza que se irá de aquí el día 20 dice que tardará de cinco a seis semanas en llegar. No sé dónde voy a vivir esas semanas, quizá en algún hotel, o en alguna casa de las que has visto como aptas para mí. De todos modos estoy muy contento de ir a vivir cerca tuyo y de poder verte con frecuencia. Y ya haremos muchos proyectos juntos.

Te quiere mucho, te admira y te extraña de más

Tu Gustavo


 

La reproducción de los correos es casi íntegra, salvo por las correcciones de ortografía y los pasajes estrictamente íntimos y personales de sus respectivos autores. Todas las fotografías pertenecen al archivo personal de Alejandra Peart Cuevas.