A de aleatorio, B de Baldessari, C de cereza
Aprendiendo a leer con John Baldessari comienza con un repaso elemental: vemos un abecedario ilustrado, de esos que emparentan cada letra con una palabra que empiece con ella. Aunque de inmediato reconocemos el apoyo didáctico, el orden responde al teclado y las referencias no son las más obvias ni las más adecuadas para el preescolar. En esta pieza el sonido, la letra y la imagen se dislocan muy poco, pero ese quiebre mínimo anuncia un juego constante con la distancia elástica entre texto e imagen. Abrir con el alfabeto también nos da una pista sobre la curaduría. En el perímetro de la exposición, hay una pieza para cada letra.
Frente a una palabra escrita, prácticamente en automático y con bastante convicción, construimos un puente entre la realidad y la representación. Si vemos un texto que acompaña una imagen, los leemos en conjunto y asumimos que la relación entre ellos es directa. La obra de Baldessari examina con qué construimos esos puentes, de dónde a dónde y por qué —propone desmontarlos para establecer puentes alternos, inclusive truculentos—. Baldessari se burla de los pormenores de nuestros puentes, de todos los mecanismos y referencias con los que solemos descifrar el mundo. Nos invita a aprovechar el desconcierto y desaprender, a desviarlos con ironía, irreverencia y mucho sentido del humor.
Montajes fotográficos, pinturas, rótulos, videos, citas, stills de películas, ejercicios y esculturas monumentales ofrecen una manipulación muy interesante del lenguaje. A Baldessari le encanta insistir en la relación escurridiza entre el signo, el significado y el significante. Unas cerezas acompañadas de un letrero que dice «miedo repentino», por ejemplo, pone en evidencia la arbitrariedad de la asociación. Nos recuerda que en dado caso incluso interpretar la imagen como una cereza también parte de una convención. Otras veces juega precisamente con ellas. Un lienzo azul, con un pequeño elemento blanco y una prominente nariz en medio se titula God Nose.
Baldessari es un artista central para el arte conceptual de Estados Unidos. Conviene visitar la exposición con tolerancia a la frustración, inclinación a preguntar y disposición a divertirse ensayando respuestas. ¿La alegría pura de verdad tiene ese tono de amarillo? ¿Tan meditabundo se ve un artista optimista? ¿Por qué escogerías una zanahoria gigante como tu autorretrato? ¿Una plana con la consigna «I will not make any more boring art» basta para lograrlo?