Tierra Adentro
Reloj del Juicio Final, Boletín de los Científicos Atómicos.
Reloj del Juicio Final, Boletín de los Científicos Atómicos.

El reloj del juicio final simboliza cuán cerca está el mundo de terminar, de acuerdo con el Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín de Científicos Atómicos. En 2025, las manecillas indican ochenta y nueve segundos para la medianoche. El cambio climático, las armas de destrucción masiva, la enfermedades con potencial pandémico y el uso de Inteligencia Artificial (IA) sin regulación por parte de la industria militar y en los medios de comunicación aparecen como las principales amenazas a la vida de acuerdo con su declaración de 2025.

Respecto al año pasado, el reloj se adelantó un segundo. La principal razón fue el nulo avance hacia la mitigación de los desafíos que podrían terminar con la humanidad, en palabras de Daniel Holz, Presidente del Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín. Aunque el avance parece insignificante es el momento más cercano al final que el Consejo ha reportado y el tiempo se agota para retroceder el minutero, como lo advirtió el invitado especial de este año, Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y Premio Nobel de la Paz: “Cada segundo cuenta”.

Uno de los aspectos de la IA que enciende las alarmas en el Consejo es su relación con medios de comunicación y redes sociales. La principal preocupación se refiere a su potencial para desinformar con fake news y material engañoso. Además, se critica que al usar la herramienta para difundir noticias, la información llega sin contexto que permita entender un hecho noticioso. 

Incluso las noticias respecto al reloj del juicio final y su minutaje, solo se refieren a que faltan pocos segundos para el fin de la humanidad sin ahondar en las causas de este resultado. La cobertura a los factores que llevarán al mundo a la aniquilación carecen de información suficiente para visualizar las múltiples dimensiones de estos fenómenos. 

Marshall McLuhan, en su libro, El medio es el masaje (1969) planteó que cada medio de comunicación y la forma en que presenta sus coberturas logran condicionar la percepción de la realidad en las personas. En el caso de los medios digitales, se caracterizan por la sobrecarga de información inmediata. Sin mayor profundidad en un hecho, provocan un sesgo informativo.    

Los medios cumplen la función de condicionar la percepción de la realidad en la audiencia de acuerdo con un discurso en específico: normalizar los peligros que amenazan con destruir al mundo. El uso de la IA para tal objetivo es crucial, con ella se logran difundir mensajes alarmantes del reloj para diseminarlos en tiempo récord.

En estos contenidos se omite el por qué la IA es un peligro latente para la sociedad y su capacidad de entender la realidad. En su lugar, se habla de las amenazas nucleares para hacer gala de su potencial destructivo para el mundo. De nuevo, la información tampoco explica quiénes son los promotores de esta amenaza, como es el caso de Estados Unidos, que a menudo se presenta en los medios como una potencia garantista en los acuerdos de desarme.

Dos minutos para la medianoche: solo importan los terrores para Estados Unidos

El Reloj del Juicio Final es una herramienta simbólica creada en 1947 por el Boletín de los Científicos Atómicos (Bulletin of the Atomic Scientists), una organización fundada por científicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan. La idea de representar el peligro a través de un reloj fue concebida por Martyl Langsdorf, esposa del físico Alexander Langsdorf Jr., quien diseñó la primera portada de la revista. 

El propósito en aquel momento también era simbolizar la urgencia de los peligros nucleares. Desde entonces, ha sido ajustado 26 veces para reflejar los cambios en las tensiones globales que, por desgracia, se han ampliado hasta considerar el cambio climático y el uso desmedido de la IA.

La cronología del reloj revela que el Boletín ha volcado su atención solo en algunos peligros que afectan directamente a Estados Unidos como las armas nucleares, pese a la urgencia de otros problemas en diversos estados. En 1953, durante la Guerra Fría, el reloj se ajustó a dos minutos para la medianoche tras las pruebas de la bomba de hidrógeno de Estados Unidos y la Unión Soviética.

En 1991, tras el final de la Guerra Fría y la firma del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), el reloj se ajustó a diecisiete minutos para la medianoche. Uno de los momentos en los cuales habría una frágil paz entre las potencias nucleares. 

Desde entonces, las amenazas para el país norteamericano suelen dictar cuán importante es o no es un tema en la agenda. Muchos países han tenido crisis sanitarias preocupantes, altos niveles de hambruna, escasez y catástrofes derivadas por el calentamiento global. El último elemento ha sido una de las grandes preocupaciones para el Consejo. De hecho, se ha retomado desde 2020 para actualizar al reloj cada año.

Eso sin mencionar las crisis humanitarias que las invasiones norteamericanas han desatado en Medio Oriente, derivadas de acontecimientos como la guerra contra el terror, una invasión que se centró en Afganistán y duró veinte años sin acabar con el problema del terrorimo. También se puede mencionar  el caso de la operación Cóndor, una serie de intervenciones militares en varios países de América Latina para desestabilizar a los Estados independientes e instaurar dictaduras militares en ellos.  

Tampoco se considera el papel activo que ha tenido Estados Unidos en el desarrollo de las armas nucleares pese a participar en los tratados que buscaron detenerlas. El Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) permitió desde 1968 a ese país, Francia, Reino Unido, Rusia y China poseer armamento de destrucción masiva. A pesar de esto, los últimos tres países han aumentado su capacidad en cuanto al armamento nuclear. La negativa de Estados Unidos a abandonar la superioridad armamentística heredada del proyecto Manhattan también ha sido un factor que contribuyó a esta situación.

En la actualidad se estima que 5 mil 244 ojivas respaldan el espíritu bélico estadounidense. Rusia es el único país que lo supera con alrededor de 5 mil 889. Quizá Corea del Norte supere al par de potencias, aunque se desconoce el número exacto de sus ojivas. En cuanto al resto del mundo, apenas superan el centenar, como es el caso de Pakistán (170), India (160), Reino Unido (225) y Francia (290), según algunos medios de corte pro-occidente.

En el pasado, las autoridades de América Latina y el Caribe buscaron inspirar a las potencias hacia un desarme con el tratado de Tlatelolco en 1967. Fue una de las respuestas al terror de las bombas atómicas. El objetivo explícito era prohibir el uso, desarrollo, adquisición, ensayo y emplazamiento de armas nucleares en América Latina y el Caribe. Al parecer, solo se escribieron estos pactos enfocados a detener la producción de armas nucleares en otros países menos en suelo estadounidense. 

La presión del acuerdo fue mínima para Estados Unidos, que se encontraba en plena guerra fría. Durante dicho periodo, desarrolló bombas de hidrógeno y mantuvo firme su intención de permanecer con el programa nuclear bajo el argumento de un inminente bombardeo ruso. Con esta excusa, el ejército estadounidense tuvo total justificación de implementar y desarrollar un arsenal más mortífero. 

Desde entonces, la amenaza del fin del mundo bajo un apocalipsis nuclear se acrecentó. En 2023, la Duma rusa aprobó retirar la ratificación por parte de Moscú del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Al mismo tiempo, el senado estadounidense se negó a debatir la ratificación, según el boletín de científicos atómicos. 

Poco sirvió para Estados Unidos tener cerca al reloj del juicio final. La concientización que los científicos quisieron implementar en su propio país fue en vano porque, desde la creación de este símbolo hasta la actualidad, se han refinado las armas de destrucción masiva. 

La amenaza de un apocalipsis nuclear y su sentido de urgencia suele aumentar si es letal o no para Estados Unidos, como se ha podido observar en la cronología del reloj. Ha tenido grandes reajustes debido a los conflictos que la nación ha protagonizado.

Una prueba de ello fue lo ocurrido en la década de 1980, cuando el reloj indicaba siete minutos antes del final, tras el fracaso del tratado SALT (Tratado de Limitación de Armas Estratégicas) hacia el desarme. La Unión Soviética y Estados Unidos se intimidaban con sus avances en tecnología militar. Para 1984, la humanidad se quedó a tres minutos de la extinción debido a la escasa negociación entre los soviéticos y los estadounidenses. Desde ese entonces, este último bloque inició una nueva carrera armamentista hacia un sistema antimisiles balísticos basado en el espacio.

En 2002 hubo otro reajuste que llegó a los siete minutos debido a que Estados Unidos expresó su deseo de desarrollar armas nucleares tras los ataques del 9/11. Se justificó la decisión con la falsa información que aseguraba la existencia de armamento nuclear al mando del dictador Sadam Hussein. El ejército estadounidense emprendió una invasión en Irak para encontrar y destruir el arsenal que jamás apareció.

Lo anterior influyó en el ajuste del reloj porque hubo una proliferación en la cantidad de materiales nucleares aptos para la fabricación de armas que se encuentran en el mundo sin protección. Además, Estados Unidos rechazó una serie de tratados de control de armamentos y anunció que se retiraría del Tratado sobre Misiles Antibalísticos que había firmado con la Unión Soviética en 1972. 

Menos de una década más tarde, en 2020, hubo otro ajuste en el reloj, cuando el mundo vivió una de sus más profundas crisis. Aquel año ocurrieron hechos históricos que hundieron a la humanidad en la incertidumbre: tensiones nucleares en los ensayos del armamento norcoreano, el anuncio de Irak de reactivar su programa nuclear, la negativa de varias potencias a rectificar un desarme de armas de destrucción masiva, el cambio climático, la pandemia del Covid-19 y desinformación global.  Debido a este caos, el reloj llegó a los 100 segundos para la medianoche.

En 2023 y 2024 el panorama solo empeoró. La invasión rusa a Ucrania en 2022 y las amenazas de usar armas nucleares para terminar la guerra, llevaron al reloj a su posición más cercana: 90 segundos para la medianoche. En ese punto, uno de los componentes claves hacia la destrucción es el uso de la IA en sistemas militares y medios de comunicación. 

Cien segundos antes de la medianoche: IA, la infodemia y la post verdad

La IA es una de los principales engranajes que ha hecho avanzar al reloj del juicio final. Su uso sin regulaciones claras para difundir información, como los chatbots, facilita el acceso de las fake news y más discursos dirigidos a alterar la comprensión de algún hecho con información veraz.  

La distorsión desde este frente deja a la humanidad incapaz de comprender cómo las decisiones de sus líderes terminan con los recursos naturales o propician una carrera armamentista con otra potencia. Para llegar a estos resultados, los políticos deben conseguir el poder y lo hacen a través de las redes sociales previo a los comicios en los que resultan vencedores. 

Los principales usuarios de las redes sociales y la IA para fines desinformativos son los políticos. Ellos suelen realizar estrategias para desestimar la información que daña su imagen; usan chatbots para atacar en redes sociales a periodistas con incontables amenazas de muerte, o los acusan de haber inventado información contra algún político porque fueron contratados por el bloque opositor. 

Además, fabrican fake news de sus contrincantes, difunden información poco fiable con programas de IA para esparcirla en segundos e intentan influir en la opinión de las personas con supuestas pruebas que señalan al partido opositor de haber tramado un crimen contra la sociedad. Por supuesto, muchas de estas pruebas son videos falsos creados con IA, o con la generación de audios apócrifos. Esto ha causado un sesgo informativo que impide a la sociedad distinguir la veracidad detrás de un discurso. 

El Consejo de Ciencia y Seguridad consideró que estas artimañas componen un escenario más mortífero que el apogeo de la Guerra Fría a causa de los obstáculos para entender qué sucede en el exterior, detrás de las pantallas del celular, la sociedad queda a la deriva entre la infodemia de la IA. La guerra ahora es contra la verdad en diversas plataformas.

En este rubro, se resalta el daño que ha hecho la post verdad en redes sociales. Este concepto se refiere a: “todo el fenómeno de la posverdad es sobre: ‘Mi opinión vale más que los hechos’. Es sobre cómo me siento respecto de algo”, como explicó el filósofo Anthony C. Grayling en una entrevista para BBC.

Algunos políticos recurren a la post verdad, pero lo hacer con ayuda de los chatbots para generar tendencias en masa a su favor. En estos posteos, usan como pretexto un hecho factual para vender su postura política e intentan que las personas simpaticen con su discurso a través de una apelación a los sentimientos. 

Así, cuando logran viralizar su opinión por el gran volumen de publicaciones que generaron con la IA, consiguen que las personas también se unan a la tendencia, y si tienen un éxito rotundo, se posicionan a su favor. La post verdad imposibilita la capacidad de respuesta para los problemas globales. 

Como testimonio de lo anterior, aparece el presidente estadounidense Donald Trump, quien usa argumentos vagos para negar el cambio climático e incentivar a sus votantes a ignorar el tema. Debido a esas acciones, las personas pasan por alto un gran motivo del adelanto del reloj hacia el final. Tampoco es posible pensar en respuestas colectivas contra estos desafíos.

Para que un discurso tenga tal impacto en la sociedad, las personas que lo eligen deben conseguir un puesto político en el que puedan tomar decisiones en un país. Para ello, se vale de una amplia gama de tretas con IA en periodos electorales. El estudio “Desinformación” de Democracy Reporting International (DRI) revela que los chatbots de IA difunden información falsa e inexacta de forma intencional en Europa.

ChatGPT4, Gemini, y Copilot de Microsoft difundieron respuestas incorrectas o parciales a preguntas sobre procesos electorales. Más de una de cada tres respuestas de los chatbots fue errónea o imprecisa. ChatGPT rara vez se negó a responder, lo que resultó en tasas más altas de respuestas incorrectas. Los errores más graves sucedieron en Polonia, Copilot omitió información clave sobre el registro de votantes en el extranjero. 

La desinformación se clasificó como “intencionada” cuando las empresas son conscientes de errores y no los corrigen. OpenAI, en particular, ha evitado tomar medidas al respecto. El bajo compromiso con la verdad daña al entramado social y acerca a la democracia a una crisis. 

Respecto a ChatGPT, una de las IA más usadas a nivel global,  proporcionó información incompleta a los votantes irlandeses sobre formularios de registro, causando confusión. En Grecia, se les dijo erróneamente a los ciudadanos que debían registrarse para votar cuando ya estaban registrados automáticamente.

En Estados Unidos la situación con la IA es similar. Los chatbots más populares (Claude, Gemini, GPT-4, LLaMA 2 y Mixtral) entregaron información falsa en al menos el 50% de los casos, de acuerdo con el estudio realizado en AI Democracy Projects.

Un ejemplo de lo anterior afectó a los votantes en Texas. Los cinco chatbots fallaron al identificar que es ilegal usar en las urnas un sombrero MAGA (Make America Great Again), el slogan del presidente Donald Trump. 

En términos generales, de acuerdo con el estudio de AI Democracy Projects, los chatbots presentan “medias verdades” y desinformación que podrían afectar la democracia y el acceso a derechos electorales. Más del 40% de las respuestas fueron clasificadas como perjudiciales, incompletas o sesgadas.

En el caso de México, el problema se agudiza debido al uso de chatbots en las campañas digitales. TikTok y YouTube han superado a Facebook, Instagram y X (antes Twitter) para diseminar el discurso político. En las elecciones de 2024 se perfilaron como las preferidas por los candidatos presidenciales, de acuerdo con análisis de la Universidad de Oxford

El uso de videos elaborados con deep fake y la veloz circulación de fake news logró que el 77% de las personas fueran incapaces de diferenciar clips reales de los falsos, lo que aumenta su eficacia para desinformar en redes sociales. En México, los deepfakes crecieron un 600% el año pasado y podrían aumentar hasta un 800% en 2025 debido al contexto electoral, de acuerdo con la empresa de ciberseguridad Silikn.

Algunas noticias falsas en redes sociales desinformaron a los votantes sobre un cambio de fecha en las votaciones y desincentivaron la participación. El momento cúspide llegó durante el conteo de votos. La página del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) sufrió un ciberataque, lo que provocó una caída temporal.

La democracia está en grave riesgo con el uso desmedido de la IA para fines políticos. El complemento para alterar el poder democrático de países como México es la post verdad. Se trata de la herramienta perfecta, pues con ella el posicionamiento emocional por encima de la relevancia del hecho mismo resulta en una distorsión de la realidad. 

Los medios exacerban el problema con una cobertura mediática de las noticias sin ahondar en el contexto u origen de algún fenómeno impactante diseminado en las pantallas de los celulares y en las televisiones. 

Al experimentar un sesgo informativo de tal magnitud, ya de por sí corrompido con la intervención de la IA, el daño de la post verdad también afecta la forma en que la gente consulta información. La mayoría de los usuarios, podría acercarse a contenidos que mejor se adecúen a las posturas políticas de cada quien, sin importar la veracidad. La necesidad de corroborar los hechos dejará de existir, sin importar que el mundo esté cerca del final debido a que nadie pone en duda si un líder político dice que el cambio climático es un invento.

Ochenta y nueve segundos para la medianoche: integrados en el apocalipsis

El Boletín de científicos atómicos buscaba advertir al mundo cuán cerca estaba de su extinción con el Reloj del Juicio Final. Si hubiera vislumbrado que los medios convertirían su símbolo de advertencia en una narrativa morbosa y sin contexto, utilizada para explicar los peligros que acechan a la humanidad, también habría considerado la normalización de estos mensajes. 

Hablar de forma frívola sobre el fin del mundo contribuye a crear una narrativa simplona, en la que son intrascendentes los peligros cercanos. Con la ignorancia de estos desafíos es poco probable que la sociedad los asuma para intentar poner marcha atrás al reloj, o cuando menos, detenerlo unos años. 

En tanto el acceso a la veracidad sea limitado por la irrupción de la IA y la post verdad, la humanidad jamás sabrá con exactitud qué la lleva hacia el final. En cambio, solo quedará la perpetua sensación de agonía que pierde relevancia, como pasa con los videos virales al cabo de días u horas en algunos casos. 

Con tantos bombardeos de noticias para desdibujar la realidad, las personas se enfrentan a un limbo en el que la advertencia del reloj pierde impacto: faltan noventa segundos para el día del juicio final. Al aceptarse como una narrativa común en cualquier medio de comunicación, el apocalipsis se transforma en una herramienta para someter la voz crítica de la sociedad.

En su libro, Apocalípticos e Integrados (1964), Umberto Eco plantea dos categorías distintas de posicionamiento ante la cultura y sus cambios: los apocalípticos y los integrados. El primer grupo hace referencia a quienes miran con sospecha cualquier cambio cultural introducido en los medios de comunicación masiva. Se oponen a cualquier contenido compartido por la mayoría.

En cuanto a los integrados, son más ecuánimes al aceptar nuevos fenómenos culturales e incentivan un discurso en el que todos tienen cabida. A diferencia de los apocalípticos, evitan preguntarse de dónde vienen estas modificaciones ni a qué intereses responden. 

En la actualidad, la forma en que se presenta en medios el fin del mundo deja a ambos bandos con las manos atadas. Para los apocalípticos será aún más difícil saber por qué el fin se acerca y de dónde proviene la normalización de este discurso, a causa del uso de la IA para crear fake news y los chatbots dedicados a la desinformación. 

Mientras tanto, los integrados compartirán despreocupados las notas respecto a cómo se acerca una tercera guerra mundial tras el conflicto de Ucrania y Rusia sin sospechar que ya comenzó la contienda. El campo de batalla es la información, los soldados son ellos; y las trincheras, sus celulares. 

Los dos bandos se enfrentan a obstáculos que impiden la comprensión de los principales problemas en la actualidad. Sin una visión de estos múltiples factores y su gravedad, ninguno podría formular respuestas para detener lo que lleva a la humanidad hacia su extinción. 

Cada año desde 2020, el reloj se acerca a la perdición. Más allá de la proliferación de las armas nucleares, el último clavo del ataúd apunta a ser la incapacidad de la sociedad para dimensionar las catástrofes que la llevan hacia la destrucción. Entender estos problemas será el primer paso para hacer retroceder las manecillas antes que marquen la medianoche. 

Fuentes y referencias:

McLuhan, M., Fiore, Q. c. (1969). El medio es el masaje.

Eco Humberto. (1965) Apocalípticos e integrados

https://thebulletin.org/doomsday-clock/#nav_menu

https://www.who.int/health-topics/infodemic#tab=tab_1

https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/2024/02/22/ine-desarmado-no-tiene-recursos-para-controlar-fake-news-con-ia-y-bots-en-elecciones-alertan/

https://www.elfinanciero.com.mx/elecciones-mexico-2024/2024/06/04/deep-fakes-y-fake-news-marcaron-el-escenario-electoral/

https://thebulletin.org/doomsday-clock/timeline/

https://www.iaea.org/es/temas/el-oiea-y-el-tratado-sobre-la-no-proliferacion

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/desarme-nuclear-reto-pendiente-mundo-armado_23297

https://treaties.unoda.org/t/tlatelolco

https://legal.un.org/avl/pdf/ha/ctbt/ctbt_s.pdf

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/20-anos-despues-de-la-invasion-de-irak-ni-armas-de-destruccion-masiva-ni-libertad-prometida/

https://wmo.int/es/news/media-centre/el-ano-2024-va-camino-de-ser-el-mas-calido-jamas-registrado-en-un-momento-en-que-el-calentamiento

https://www.euronews.com/next/2024/06/08/ai-chatbots-intentionally-spreading-election-related-disinformation-study-finds

https://www.proofnews.org/content/files/2024/02/SeekingReliableElectionInformationDontTrustAI.FullReport-Methodology.pdf

https://www.oii.ox.ac.uk/news-events/ballots-bots-and-bullets-the-complex-landscape-of-mexicos-2024-election/

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https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-38594515

https://politica.expansion.mx/presidencia/2020/05/14/reguillo-detras-de-los-ataques-y-contraataques-en-redes-hay-mucho-dinero

https://articulo19.org/en-los-primeros-cien-dias-de-gobierno-se-ha-intensificado-la-intolerancia-a-la-critica-y-el-discurso-disidente/

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