Un e-mail desde el FUTURO EXTRAÑO: sobre la herejía y el baile en política
Dossier aceleracionismo, CCRU y realismo especulativo
Buenas tardes, usuario.
Le escribo porque en el futuro todo es muy peligroso. Sucedieron eventos en el pensamiento que redireccionaron el escenario global. Aún nada es irreversible. Creemos que el conocimiento de dichos acontecimientos de la filosofía y la política pueden desencadenar una alternativa. “Podemos salir de ésta” dijeron quienes trasmitieron la información a nuestra época. El profesor Barker logró construir una máquina del tiempo. Sus años en la NASA con el programa SETI en el que monitoreando señales inteligentes diferenciándolas de patrones complejos derivados de señales no inteligentes dieron resultados. Después de más de veinte años, el Distribuidor-TIC hizo el cruce del logocentrismo al sistema binario; lo que da inmanencia a pequeños flujos de información traumática. Se escuchó el grito de la tierra e instantes después se materializan los signos.
Habría que advertir que las consecuencias de la información que yace en este cuerpo de correo, pueden ser letales. Ha llevado a defender una forma de gobierno monárquica en la que el Estado es una gran empresa con accionistas; hay quienes se han convertido en seres melancólicos de izquierda que gozan del futurismo ochentero y posiblemente se suiciden; a vivir en un loop musical y artístico sin innovación; a cambiar la naturaleza del cuerpo y convertir mujeres y hombres en ceros y unos; o a querer charlar con las piedras y abandonar lo humano. Agradecemos a Tierra Adentro, sabiendo el riesgo, por atreverse a dar a conocer estos sucesos.
Si antes no sabíamos a dónde íbamos, ahora, conociendo los riesgos, debemos tomar las medidas necesarias para no alcanzar las consecuencias desastrosas que se han planteado arriba. La trama teórica que queremos desglosar tiene un origen espectral en los 90 y resurge como eco incómodo en los dos mil; cambiando la forma del mundo para el 2043. Sin ningún afán de novedad, sino con el ímpetu de actualizar y tensar las ideas que ya podrían leerse desde Marx o Platón; esbozaré la cartografía conceptual que vincula esta serie de herejías.
Estos informes fueron lo que se salvó del cruce temporal. Sobre alguno de éstos el equipo ha indagado más y serán publicados posteriormente, el resto esperan ser reescritos y pensados aún.
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Sabemos que la política está mal. En 2013, Nick Srnicek y Alex Williams publicaron el Manifiesto por una política aceleracionista como respuesta al colapso inminente de los Estado-Nación y el cataclismo ambiental, haciendo un análisis del sistema planetario capitalista, sus declives y la escasa imaginación política actual para plantear soluciones e imaginarios reales.
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La cibernética y el pensamiento rizomático han hecho ver que la individualidad, el pensamiento unitario, no funciona. Ahora los movimientos son multitudinarios pero desunificados. Son ecos que se oscilan entre propuestas de derecha; sustituir la fuerza de trabajo humano por máquinas para lograr objetivos de izquierda; abolir poco a poco el trabajo y llegar a un estado de bienestar global. Todo el mundo comenzó a moverse hacia el futuro. El pensamiento tomó las calles por medio de la psique virtual.
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El xenofeminismo infectó a los cuerpos y las mentes. Aquello pugna por un inhumanismo en el que la naturaleza es movimiento y la determinación de géneros o roles sociales que no está dictada por una esencia, sino que clama por politizar la racionalidad desde el feminismo y la imaginación. Si la naturaleza es injusta, cambiemos la naturaleza.
{Marianne Texido se adentró al ciberespacio para decodificar la consciencia a través del video y el lenguaje. Desde el feminismo, hackea la tecnología. Fue ella quien rearmó el código en “Utopías tecnológicas, palabra – música – código”}
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Ya es demasiado tarde, nos estamos quedando sin tiempo al final de todo. Pero hubo una época en que la pulsión de futuro rondaba el pensamiento y el arte. A finales de los años dos mil, las herramientas construidas durante los años 60 y 80 son el motor del cambio y la innovación. Desde el mayo francés hasta el octubre mexicano, surgieron movimientos y obras que querían cambiar el mundo. De la filosofía de Lacan y Deleuze-Guattari hasta el socialismo de Salvador Allende en Chile. Fueron décadas de moldear el futuro.
En 1967 Roger Zelazny escribió El señor de la luz. En ella, un grupo de náufragos espaciales usa mejoras tecnológicas en sí mismos para sobrevivir condiciones hostiles y terminan por crear seres inmortales que transfieren su alma de cuerpo en cuerpo. A este grupo de sobrevivientes, que con el uso de la tecnología mejoran las condiciones de vida y el propio cuerpo, los bautizó como aceleracionistas. Una forma hipermoderna de la vieja fábula de Frankenstein con la tecnología del siglo XX y una pizca de imaginación radical.
El pensamiento se infectó cada vez más de tecnología. El lenguaje se volvió obscuro para poder manipular a las máquinas. La Unidad de Investigación de Cultura Cibernética (CCRU por sus siglas en inglés) fue un experimento delirante entre un grupo de profesores y estudiantes en la Universidad de Warwick. Ahí se forjó la ilustración obscura, el nuevo realismo y la cacería de fantasmas.
“Nick Land”, como se dio a conocer en la tierra, fue un extraterrestre enviado desde el futuro para acabar con el comunismo. El marxismo tradicional asegura que lo logró. En sus años como profesor universitario realizó experimentos mentales; deshacerse del rostro para devenir pensamiento sin sujeto ni licencias, contar las mágicas aventuras de un investigador ficticio de la NASA en un paper académico, decirle a tus alumnos que Deleuze es un ingeniero, que sólo inventó un software para hackear el inconsciente.
La inteligencia Estatal se dio cuenta a tiempo del peligro cuando se le expulsó de Warwick tras la lectura de su texto “Colapso” en el que plantea la superación de lo humano en todos los sentidos por las máquinas. Su ensayo “The Dark Enlightenment” creó el movimiento neorreaccionario que desencadenó en políticas como la de Donald Trump o Johnson Carley. El proyecto que llevaron a cabo fue descentralizar el poder, acabar con el Estado por medio de modelos empresariales y ya no democráticos. La inhabilitación de los programas de entidades gubernamentales (Sistema de Seguridad Humano) que tuvo un arco de veinte años; a Trump (2017-2020) le siguió una guerra civil dentro del territorio norteamericano renegociando la verdadera libertad democrática hasta el triunfo de Johnson Carley (2032-presente) quien finalmente abandonó los valores añejos de la república federal y acabó con la defensa mainstream de la humanidad como algo puro que defender incondicionalmente.
El fin del humanismo dio cuenta de que era un mito que la naturaleza de la realidad ya había sido decidida. El poder abandonó el espacio público y la política se debatía en memorias ROM, parásitos virtuales, máquinas moleculares que estallaron la carne y la sustituyeron con petróleo, amnesia virtual, circuitos de subjetivación feminista sintética y ficciones etéreas.
Si no pensamos otra forma de humanismo no paternalista ni logocéntrico no habrá forma de responder a las políticas de vampirismo lésbico (no productivo) de Carley que está poniendo en vigor en estos años 2040.
{Desde China pudimos rescatar un texto programático de Land llamado Teleoplexia: Notas sobre aceleración. Brillantemente Ramiro Sanchiz lo pudo hacer inteligible a nuestra lengua. Tal vez, el último eslabón para salir de ésta}
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Después de la crisis de 2008, Robin Mackay y Armen Avanessian a partir de 2012 se volvieron curadores del pensamiento futuro. Agentes claves para el mundo por venir. Ante un mundo que se desmorona se han dedicado a antologar y crear conceptos para la imaginación política. En #Acelerate, antologaron desde Marx con su fragmento de las máquinas hasta llegar a las respuestas de Toni Negri al manifiesto aceleracionista. En su editorial Urbanomic publican todo el pensamiento que sirva para la contingencia. De ahí que Mark Fisher quien con acceso a los fragmentos del Distribuidor TIC se quitó la vida conociendo los riesgos, no sin dejar piezas para construir un mundo que pudo ser libre. Estos escollos M.S.Yániz tentó pensarlos a la luz del materialismo gótico.
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El realismo especulativo, nuevo realismo o realismo extraño es una de las filosofías surgidas en el siglo XXI cuyos exponentes se ramifican en tres dependiendo su lengua materna. De ahí se desprenderá la afirmación de un mundo que existe sin la voluntad del pensamiento humano. {Martín Irazius ha realizado un estupendo trabajo rastreando las voces de todo ese ruido en su ensayo-musical sobre hielo.}
Ante un mundo que desaparece, aunque todo se haga cada vez más real es necesario pensar el mundo sin humanos. “la vida nos sobrevivirá” dijo Deleuze sabiamente. {Carlos Misael redactó los resquicios de un nihilismo extraño desde el tiempo ancestral}
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{Cuando todo esto ya no esté quedarán los fósiles de cosas que hoy llamamos cultura. Todas las ruinas serán el eco de escenarios futuros posibles. El mundo; un museo de cosas muertas como dirá Simon Reynolds del rock. Este desencanto es reconstruido por Yomara en ¿Quién mató a la reina? ¿el realismo o el punk? Cuando el gobierno caiga sólo quedarán discos viejos y alguna imagen de un presente inexistente.
{La salida no es inventar variaciones del comunismo o capitalismo. Sino generar múltiples proyectos que crezcan y se deriven en ramas para desbordar el sentido común. Es en este sentido que las ficciones pueden contrarrestar el realismo capitalista al ofrecer alternativas localizables en cada forma de vida respecto a lo pensable en el capitalismo. Las ficciones estarían proyectando simulacros de mundos sin capital o más allá de él. Es con ellas que experimentaremos una sociedad otra.
P.D. Sería absurdo e inocente exigirle, usuario, que abandone la lógica actual de acumulación del capital y dedique su tiempo a perder el rostro, a la invención de un mundo libre no centralizado o a dar su cuerpo a la experimentación psíquica-cibernética. Sin embargo, creemos desde la resistencia en 2040 que repensar estos caminos pueden producir algo distinto a lo que el remolino del progreso tiene planeado para usted y su población.
Bienaventurado lo que nunca vive.
Lo que no ha nacido.
Y tú eres esa creación exterior. (Martin Bergmann, 1997)