Surco
Se trata de sostener el aliento hasta el final de la línea, y al regreso las bestias de cuernos ahogados en música resistan la violencia y el idioma.
En el crepúsculo gris de un octubre que ya no recordaba el esplendor de los antiguos otoños soviéticos, Maksim Mest regresó a su morada, una construcción anónima de ladrillos ennegrecidos que el tiempo y la negligencia habían reducido a una sombra de sí misma.