Tierra Adentro
La ciudad del plástico. Isabel del Valle.

El siglo XX plastificado

En el oficio de empacador se adquiere cierta actitud meticulosa, una que mi tío Ricardo Durán, a sus 53 años, aún carga en su forma de acomodar las palabras: “sí, tenía 11 años”, responde luego de meditar unos segundos, “trabajé en el Gigante de Taxqueña”, prosigue y evalúa dónde pondrá su siguiente oración, “ganaba lo que ahora podrían ser 150 pesos, era bueno para un adolescente”.

La industria fue titánica desde el inicio. En 1965, la empresa Celloplast patentó las bolsas de polietileno. Para 1979, Estados Unidos logró controlar 80% del mercado de bolsas en Europa”; pero un año antes, en un Gigante de Taxqueña consolidado en 1973, mi tío ya distribuía el plástico a miles de clientes a dirario. “Tal vez por eso tenemos toneladas de bolsas”, admite. Es cierto, al año llegan 10 mil toneladas a los mares.

La solución (Prohíbe)

A partir de la prohibición de las bolsas plásticas de un solo uso, el primero de enero del 2020, los supermercados en la CDMX que incumplan la Ley de residuos sólidos pueden recibir sanciones que van de los 42 mil a los 170 mil pesos, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente.

Para los fabricantes de plástico, el decreto ha significado una pérdida de aproximadamente el 20% del mercado nacional, calculó José Cueto (presidente de la Sección de Fabricantes de Bolsas de Plástico de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico) en entrevista con Milenio. Cueto considera que el problema es “la gestión de los residuos… busquemos alternativas que al final de su vida útil se puedan reciclar”.

Ante esta cuestión, el papel es uno de los sustitutos principales por ser el más rápido en descomponerse, pero, el proceso de producción podría descartarlo. Acorde al estudio realizado por la Asamblea de Irlanda del Norte en 2011 y expuesto en el artículo de la BBC Plástico o papel: ¿qué bolsas contaminan menos realmente?, “se necesita cuatro veces más energía para fabricar una bolsa de papel que para una de plástico”.

En el mismo texto, el análisis de la Agencia de Medio Ambiente británica reveló en 2006 que la bolsa de papel debe reutilizarse tres veces para ayudar al planeta; la de plástico, conocida como “bolsa verde”, tiene un máximo de cuatro. Lo anterior sugiere que será necesario talar bosques con mayor frecuencia. La Agencia concluyó que “es poco probable que la bolsa de papel pueda reutilizarse el número de veces requerido debido a su baja durabilidad”.

Ahora bien, la Agencia Ambiental de Reino Unido informó en su estudio del 2011 Evaluación del ciclo de vida de la bolsa de supermercado que los materiales más contaminantes en la elaboración de bolsas son el algodón: deja mil 800 gramos de desperdicio por cada mil unidades; y el polietileno de baja densidad genera 5 mil 850 gramos de desechos en una producción de mil piezas.

Según los resultados de ese análisis, recuperados por El Financiero, el poliéster emite 94.8 gramos de residuos en un lote de mil. En cuanto las bolsa que solían dar los empacadores en los supermercados, contaminan 418.4 gramos por cada mil fabricadas. Esto dos tipos de componentes son los que menos impactan al ambiente, al menos en su elaboración.

Si las opciones principales para sustituir al plástico son perniciosas para el medio ambiente, ¿cuál es la solución? La Agencia recomienda reutilizar cualquier tipo de bolsa: “la de tela no tejida de polipropileno al menos 11 veces; y las de algodón 131 veces”.

Por una CDMX sin plásticos. Isabel del Valle

Por una CDMX sin plásticos. Isabel del Valle

Basura cero y la economía circular (informa)

Uno de los principales retos es concientizar a la gente, por esa razón la Secretaria del Medio Ambiente creó la iniciativa Basura cero, con la que busca aprovechar 10 mil toneladas de residuos sólidos en vez de 4 mil. Se espera que con las campañas permanentes de comunicación educativa, el reconocimiento a los trabajadores y los eventos de promoción, la ciudadanía se sume a las acciones.

La meta para el reciclaje es que en seis años se puedan tratar 3 mil doscientas toneladas en vez de la las mil novecientas del año pasado. Si la CDMX cumple con las medidas estipuladas, en el 2030 el problema residual será historia.

Otra estrategia para reforzar la reutilización de los plásticos es la economía circular, en la que se aspira a alargar la vida de los productos. De esta manera, el restringir las bolsas de un solo uso “implica el cuidado del ambiente… así como la posibilidad de incorporarlos a una economía circular a partir de que los fabricantes se responsabilicen de su producción”.

Daños colaterales

Después de 42 años, Ricardo Durán llega al supermercado más cercano, se para frente a la caja de cobro y ordena sus compras, pero ya no escucha el murmullo agudo del plástico, son las rasgaduras de la tela lo que percibe. Al terminar mira al empacador y le da una moneda. “Su trabajo es valioso”, me dice.

Para Estela Moreno, de 68 años, la apreciación a su trabajo voluntario en la Comercial de las Armas (CDMX), es precaria. “Antes de esto [la prohibición de las bolsas plásticas] ganaba 200 pesos al día; ahora gano 100 o 150”. Su compañera Josefina Mejía asegura que “la gente avienta las cosas y no te deja ponerlas en las bolsas, así no te pagan”.

Leo Marcial carga una lista de asistencia, ve a sus compañeros irse sin perder la noción de donde escribir la hora de salida mientras responde: “era un problema con las bolsas, era necesario prohibirlas, ya ve cómo está el problema”.

El señor Marcial, de 73 años, labora 4 horas y media, y admite que los ingresos para los empacadores han bajado. “A uno de la tercera edad ya no le dan trabajo, estaría bien que el gobierno hiciera alguna campaña para ayudar”.

El pasado 8 de enero, de acuerdo con Chilango, la Comisión Permanente del Congreso capitalino aprobó solicitar a los titulares del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores y a la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo capitalinos “establecer medidas y acciones para vincular a empacadores con el sector productivo”.

El objetivo de la propuesta hecha por los panistas Gabriela Salido y Héctor Barrera es concientizar a los consumidores y exhortarlos a pagar el servicio de los empacadores.

El bucle (reutiliza)

Tanto los entrevistados como las fuentes de consulta en este texto han concordado en una conclusión: reutilizar las bolsas es la respuesta, sin importar de qué estén hechas. El medio ambiente está en una cuenta regresiva hacia un daño irreversible, el 2030 es la cita con un futuro sin basura plástica.

Solo queda esperar que la humanidad sobreponga la vida del planeta ante los intereses comerciales. Reemplazar las bolsas de plástico por otros productos significaría entrar a un bucle generacional, conscientes de que fuimos, somos y seremos nuestros verdugos.