Nimiedades
Insecticida
El otro día maté a diez gregorios en la cocina. Mamá está convencida de que alguien se encarga de enfermarnos. De otra manera no se explica qué es lo que nos está matando. Ya cambiamos el azúcar, la sal, dejamos de comprar agua y mejor la hervimos. Sólo comemos cosas enlatadas. Le digo que yo no tengo enemigos en el mundo. Ella dice que soy insoportable. Lo sé. Lo soy, y también soy insignifcante. No tengo ni amigos, mucho menos enemigos. Como un gregorio. ¿Y si mamá tiene razón? ¿Y si esta persona poco a poco envenenó a los antiguos inquilinos hasta convertirlos en gregorios? ¿Será que eso nos suceda? Cada día siento que me encojo más.
Papiroflexia
En la habitación hay una pared blanca. En la pared, un cuadro. En el cuadro, un charco. En el charco, un gato. En el gato, unos ojos. En los ojos se refleja un pájaro mojado. El gato se traga las ganas de matarlo: odia la papiroflexia.
Codependencia
Lidia es una bailarina con un cuerno en la cabeza. Dice que siempre ha sentido que su cuerno la centra.
Reflexiones perdidas en el refrigerador
Hambre. Filosofía. Paso. Paso. Filosofía. Paso. Filos. Paso. Paso.
Paso. Filos. Paso. Filos. Destino. Manija. Luz. Filos. Jamón.
Filos. Leche. Filos. Jugo. Filos. Mermelada. Huevos. Mantequilla.
Fresas. ¿A qué venía? Carajo.
Terapia
Dos veces a la semana viajo hora y media para mi cita con la psicoloca. Me gusta su tratamiento. Es diferente a los anteriores doctores. Insiste en que el secreto está en la forma de ver las cosas. Creo que en verdad está funcionando su técnica. Salgo de su consultorio y empiezo a pensar en todo lo bueno que puedo hacer y todos los planes que concretaré. Incluso siento el viaje de regreso más corto. Noventa minutos en la carretera. Sólo en ochenta y nueve de ellos pienso que siempre sí me quiero morir.