Tierra Adentro

La 35a Muestra Nacional de Teatro celebrada en Monterrey, fue clausurada con la presentación de la obra La ceguera no es un trampolín, escrita y dirigida por David Gaitán, en el marco del programa Nuevo León Polo Cultural de México. Esta coproducción México-Alemania presentada en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, suma los talentos de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Goethe. El director y los actores Ana Gesewsky, Peter Posniak y Hauke Diekamp, mostraron al público regiomontano 90 impresionantes minutos de composición escénica.

La obra está enfocada en los conflictos de tres artistas cuyo principal temor es el de generar una buena idea. Básicamente, estos personajes sueltan argumentos incisivos y reflexiones sobre el ser y el quehacer del artista contemporáneo por medio de recursos como mezclas vocales y musicales, composición de luz y video, e incluso un número de tap. Así se van dando “simulacros de ideas”, es decir, pensamientos al aire antes de aterrizar en una idea original.

En los personajes también surge el pánico hacia los clichés temáticos en los que, sin lugar a dudas, todo creador incurre, por ejemplo: “el protagonista quiere ser algo que no es, conoce a otro ser importante en el mundo y todo va bien hasta que todo va mal”. En este planteamiento podemos acomodar cualquier historia cuyo tema gire en torno a un personaje que quiera ser escritor, músico, actor o algo por el estilo. En ese sentido, también se menciona el terror a la existencia de sólo una buena idea y la posibilidad de nunca volver a tener otra, por lo que es mejor ignorar una situación inconveniente como que, mediante un ligero ejercicio hermenéutico, el público pueda llegar a ser una figura aterradora con la capacidad de aniquilarlos.

La ceguera no es un trampolín, es una obra cuya estructura narrativa juega con el conflicto entre el teatro clásico aristotélico y el teatro contemporáneo (posmoderno). El vestuario de los tres actores en escena, remite por su diseño al siglo XVIII y al mismo tiempo sugiere un simulacro, una realidad post apocalíptica. Entre una y otra formas de teatro, hay una diferencia de espacio y tiempo paralelas entre sí. Es decir, en el teatro aristotélico existe un mundo narrado en donde se sitúa la obra y en ese contexto se situaba un escenario particular en un “aquí y ahora” determinado, como el conocido mito de Edípo. En cambio, el teatro experimental o contemporáneo, presenta un aquí y ahora en el que se narra un mundo.

En una entrevista para la Gaceta Frontal, el director David Gaitán menciona la expansión del rango dramatúrgico en el país y la búsqueda por incluir nuevas tecnologías, temas y espacios, así como la pertinencia de poner en escena cualquier tema, desde Shakespeare hasta la Sección Amarilla. No por esto, aclara, el teatro dejará de contar historias, ya que ahí radica la esencia de la representación. Quizá también ahí estribe la habilidad de Gaitán para crear contextos narrativos estrambóticos, muy a la estética de Kubrick en La naranja mecánica (1971). Las formas experimentales utilizadas por el director en La ceguera no es un trampolín, componen una anécdota con un flexible —pero bien definido— hilo conductor, que le da coherencia a la estructura incluso en los momentos más absurdos (para mayores referencias recomendamos mirar el trailer de la obra).

Algunas críticas del público asistente se enfocaron en las dificultades para la lectura de los subtítulos que se utilizaron en la puesta, ya que los actores hablaban en alemán y el público debía seguir lo que decían en una traducción proyectada en una pantalla sobre el escenario. Aunque la separación obligada entre las actuaciones y el texto leído resultaba molesta en ocasiones, aseguraba la atención sobre el significado de lo que se decía, provocando querer volver a verla o querer tener el texto en las manos y leerlo a discreción.

La obra terminó con una declaración de principios por parte de los artistas colaboradores por medio del mensaje “Este gobierno ya no nos representa ¿y a ti?” proyectado en la pantalla sobre la imagen del público que se veía a sí mismo sobre el escenario. Esperemos que el próximo año en la 36º Muestra Nacional de Teatro, el público pueda disfrutar de tan buenas puestas en escena de talentosos equipos teatrales, tanto los que inician como los ya posicionados.


Autores
nació en Monterrey, Nuevo León, México, 1991. Cursa actualmente estudios de Literatura Mexicana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Participó como ponente y creadora en los encuentros y congresos organizados por la Red Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura (REDNELL) en D.F., Querétaro, Mérida y Tijuana ininterrumpidamente desde el 2010 al 2012. En febrero del 2013 ganó el Primer lugar en el Slam Poético 3.0: Sobrevivientes del 2012 y participó como jurado en el Slam Poético 4.0: Monterrey es un laberinto (junio 2013). Ha sido publicada en Puño y Letra (Monterrey, 2012), La regia cartonera (Monterrey 2014), Los bárbaros del norte (CONARTE 2014), el periódico Barrio Antiguo (Monterrey 2014) y la página de internet de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (FUNDEM 2014).