Fuera del juego
Cada año en el Colegio Alemán, al que asistía, se celebraba el Sportfest. Participaban todos los planteles de la escuela, además del Colegio Suizo o algún invitado más (una vez nos visitaron de Hungría). En los ocho años de mi estancia en esa escuela, no recuerdo haber visto a alguien hacer trampa en la cancha: no es que fuera impensable empujar o barrerse para detener al delantero, pero sí lo era meterle el dedo en el culo a algún jugador de mecha corta. De haber sucedido, habrían sido más severos que los del club alemán Mainz 05 con su, hasta ahora, jugador Gonzalo Jara. Si había algún partido importante de las selecciones alemana o mexicana, nos daban permiso de verlo. Si era durante el mundial, los alumnos se juntaban frente a un televisor.
Nunca se encendía la televisión para ver la Copa América, que poco significaba para nosotros porque México no da mucho de sí a pesar de ser invitado permanentemente al torneo. Digamos que la Copa América nos importaba lo mismo que a la selección mexicana. Como lo he visto en esta edición, el buen juego se ha visto eclipsado por incidentes bochornosos. Si pudieran, algunos le echarían tierra en la cara al portero para anotar gol. ¿Será que el juego sucio es característico de los sudamericanos? Esa región ha engendrado varios jugadores fantásticos que hacían de héroes en nuestras propias batallas épicas: Pelé, Maradona, Ronaldinho, Messi, por mencionar algunos; también han nacido astros espléndidos al patear el balón, pero bastante gamberros en la cancha: Luis Suárez, Neymar Jr., entre otros. Estos últimos juegan en equipos europeos porque el talento está ahí a pesar de que, de vez en cuando, Suárez le hinque el diente a algún contrincante o Neymar finja todas las caídas que quiera. Tal vez Jara le tenga que decir adiós a la Bundesliga, ya que no tolerarán los engaños teatrales, o al menos así lo declaró Christian Heidel, gerente del Mainz. Salvo los momentos en los que los futbolistas pierden los estribos por faltas, expulsiones y ofensas, los cuartos de final de la Copa América 2015 no han sido tan interesantes.
La Copa América nos ha dejado algunas sorpresas, como la salida de Brasil al perder con Paraguay y nos llevó al borde del asiento en el encuentro de Argentina ante Colombia, donde en muerte súbita ganaron los argentinos. Durante los penales pudimos contar los latidos de cada uno de los presentes en la tribuna, la esperanza ondeaba para ambos equipos hasta que el gol de Tévez acabó con los cafetaleros. Radamel Falcao y James Rodríguez perdieron la oportunidad de guiar a su país rumbo a su segundo título en la competición. Sin embargo, salvo los momentos donde los futbolistas pierden los estribos por faltas o expulsiones, la Copa no ha sido tan interesante. Preferiría ver los partidos de la Copa Mundial femenina, donde se libran otro tipo de batallas, como jugar sin pensar mucho en cómo la FIFA humilla a las futbolistas con la verificación de sexo. También apuesto a que los partidos de las semifinales del mundial femenino serán mucho más impactantes, aunque no se televisan, o no se les dé tanta difusión porque no son hombres golpeándose por la victoria.