Cosas de las que me pidieron no hablar
Apunte aspiracionista para mujeres del tercer mundo
Busca un terreno con buena vista de la ciudad,
un terreno cuyos bordes
te permitan vivir decentemente, un
terreno con plusvalía, grandes puertas
dos ventanas al exterior bien ubicadas
que te dejen ver el rostro joven de los vecinos
elige un automóvil
dibuja tu desplazamiento a cuatro cilindros, recuerda
el ahorro y procurar el ambiente
la emisión de carbono
que no disminuye
atesora un perro
y dos niños de cara rechoncha y rosada
no te cases con un hombre moreno,
ya sabes lo que dicen de la colorimetría
compra una vida
y luego salda la hipoteca,
o invierte la fórmula,
no importa mucho
vas a pagarlo a veinte años
si tienes suerte
podrás ocultar tus arrugas
con un poco de crema
y las canas
que salen con la edad.
Recupera todo, y después
si algún banco no te embarga
porque ya sabes, la crisis,
o la obsolescencia no te gana la carrera:
repite, repite, repite.
Podría ser peor
¿Quién te dijo que esto no es un poema?
¿Quién te dijo que debes escribir la metáfora del tiempo?
¿Quién te dijo de la crítica y el canon?
¿Quién puso el verbo dentro del miedo?
¿Qué pasó la última que alguien te aconsejó
no escribas otra vez sobre tus pérdidas
esos libros no ganan premios
esos son materiales que nadie recuerda
busca el reconocimiento en la crítica
publica en la revista de prestigio
no lo hagas con tus amigos
mira, mejor escribe un libro sobre la inmensidad de la vida
disciplina la poesía
no seas la persona detestable que solo escribe triste
aunque pensándolo bien
las pérdidas también ganan premios
se aplaude más el sufrimiento que la experiencia
la gente es morbosa, ya lo sabes?
Arriésgate, dijeron
enciérrate en una oficina de gobierno hasta detestar tu vida
quítale tiempo al sistema
ejecuta ocho horas nalga de verso libre
aunque toma en cuenta las restricciones:
no puedes gritar en horario laboral
no puedes llorar en horario laboral
no puedes fracasar en horario laboral.
Como no hay poetas en la nómina
hoy nos dedicamos a la publicidad.
Matrioshka
La nuestra la viva la matriarca
la que jamás besó una boca
la estática flor de la memoria
la infante la desarraigada
la siempre temerosa
la pálida mano que me sostiene
la cara de muñequita
la sonriente la que llora a medias
la mujer de fe la encarnación de Dios
la amorosa la que nunca duda
la cuentacuentos la cocinera
la viejecita del barrio
la mujer de las flores hermosas
la cantante la bailarina
la llena de vida la anunciadora
la mártir de las soledades
la que a pesar de la tristeza canta
la de la actitud estoica la imperturbable
la dueña de los buenos modales
la amplitud de todas las palabras
ayer dijo mi nombre.