Tierra Adentro
Retrato de Chantal Peñalosa Fong. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova
Retrato de Chantal Peñalosa Fong. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

Para MD

La obra de Chantal Peñalosa (Tecate, 1987) se consolida con el paso de los años como una de las voces más francas y elocuentes para abordar problemáticas territoriales y geopolíticas de la frontera norte. Este año el Museo de Arte Carrillo Gil inauguró El jardín no tiene rejas (2023), ejercicio curatorial basado en una instalación de Chantal que años atrás el museo albergó, lo cual demuestra el impacto que tiene a nivel institucional su visión artística. Su poética tiene la habilidad de ampliar nuestra noción de la historia, así como de aguzar nuestra percepción de lo cotidiano, a través del manejo de la luz, la coreografía, el aroma, la palabra y una admirable investigación archivística.

Panorámica de "El jardín no tiene rejas" (2023) en el Museo de Arte Carrillo Gil. Curaduría de Tatiana Cuevas e Isabel Sonderéguer

Panorámica de “El jardín no tiene rejas” (2023) en el Museo de Arte Carrillo Gil. Curaduría de Tatiana Cuevas e Isabel Sonderéguer

Peñalosa ha recurrido al archivo en trabajos anteriores para mostrar la historia como un entramado irrepresentable en tensión constante. La revisión crítica del archivo como estrategia de representación culmina en Unfinished Business Garage (2019), instalación realizada en colaboración con el alumnado de la UABC y exhibida en el Museo Jumex.

A fin de reconstruir una historia alterna del arte fronterizo, Chantal convocó a los alumnos de artes de dicha institución para que reinterpretaran piezas de décadas atrás. Su fin: desmontar la historia oficial, la cual, aún a pesar de sus anomalías y omisiones, no admite intersticios ni áreas grises.

Unfinished Business Garage “desacelera” la sincronía de las imágenes en la cultura visual oficial, así como la secuencia “lógica” que imponen los discursos historiográficos en el arte para explorar lo que gravita en los márgenes y lo que pernocta en la lejanía.

"Unfinished Business Garage" (2023). Cortesía de la artista

“Unfinished Business Garage” (2023). Cortesía de la artista

En términos conceptuales, sus instalaciones giran en torno a la ausencia (la de un cuerpo y el trazo que deja en un espacio determinado), así como de la ausencia como signo vivido en el presente, que es, la mayoría de las veces, una ruina. El resultado plástico apunta hacia aquello que ya no está o que ya fue; el objeto material sería entonces la huella o silueta de dicha ausencia, la estela que queda sobre un tiempo que se dilata inagotable.

Cito a Amanda de la Garza, para quien, en la obra de Peñalosa, “la espera es un tropo recurrente a la manera de un estado experiencial, donde el tiempo está siempre presente, puesto que el futuro, como promesa, nunca llega: es algo impronunciable, una forma de latencia permanente”1. El anhelo o la espera que Chantal Peñalosa plantea en su más reciente exposición nos remonta un siglo atrás, en los albores de la diáspora china en el periodo posrevolucionario.

Distanciades por las habituales confusiones por el uso horario (“tus seis son mis siete”, escribimos horas antes), acordé una videollamada con Chantal vía Zoom. Desde Los Ángeles, ella editaba el audio del video principal de Ghost Stories, su más reciente exposición en la galería Proyectos Monclova, hoy en una nueva sede en Polanco.

Vista de sala de "Ghost Stories". Fotografía: WhiteBalance

Vista de sala de “Ghost Stories”. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

"Boats. Junks. Photocopies", 3, 2023 Serigrafía sobre lino 110 x 147 cm. Fotografía: WhiteBalance

“Boats. Junks. Photocopies”, 3, 2023 Serigrafía sobre lino 110 x 147 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

Por primera vez, la artista alude a sus orígenes familiares chinos2. A la par, reconstruye un episodio soslayado por la historia oficial: la diáspora china en México. El proceso empezó a finales del siglo XIX, cuando trabajadores provenientes de Cantón, al sur de China, arribaron a los Estados Unidos para laborar en las industrias ferroviaria y minera. Se les llamó “culíes” y su llegada al territorio estadounidense se vio interrumpida en 1882, cuando un acta prohibió su ingreso; en consecuencia, se vieron orillados a trabajar en México.

Su desplazamiento se alineó con las políticas del porfiriato y las intenciones de impulsar la industrialización con mano de obra extranjera. A pesar de su bienvenida inicial, el auge de sus actividades comerciales detonó una persecución que duró las tres décadas posteriores, atizada por discursos eugenésicos, higienistas y nacionalistas. Para el historiador José Luis Chong, “la sinofobia fue el corolario lógico del indigenismo revolucionario”3. El movimiento antichino se propagó a lo largo de la gran mayoría de los estados del país, pero se padeció de forma acentuada al norte, donde se concentró mayor número de migrantes.

Para este relato fantasmal cosido de fragmentos, Peñalosa retoma la estructura de las historias de fantasmas chinas que, a partir de la dinastía Tang y a lo largo de seis dinastías subsecuentes, fueron agrupadas bajo el género de “registros de lo extraño” (zhiguai xiaoshuo – 志怪小说). Son relatos sobrenaturales breves que poseen una condición liminal.

"Boats. Junks. Photocopies", 4, 2023, Serigrafía sobre lino 110 x 147 cm. Fotografía: WhiteBalance

“Boats. Junks. Photocopies”, 4, 2023, Serigrafía sobre lino 110 x 147 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

Hay patrones recurrentes en estas compilaciones de gran riqueza temática: espíritus perturbados por muertes violentas, retornos de espíritus con sed de venganza o fantasmas de amantes desolados4. Sus compiladores desdibujaron las divisiones entre la ficción y la realidad, de ahí que pudieron entenderse como parte de la historia misma.

Ghost Stories establece el punto de contacto entre la literatura china y la historia mexicana, dado que “la historia de la diáspora china en México ha sido relegada, también, al ámbito de lo fantasmal”5. Peñalosa hilvana un relato en consonancia con obras de la literatura mexicana contemporánea que han tematizado la migración china en México6. El procedimiento tampoco le ha sido ajeno al arte mexicano reciente7. Pero el relato que Peñalosa construye es ─no olvidemos─ identitario y genealógico.

"Places that seem to float", 2023 Signed & dated on the back Gouache sobre impresión digital en papel Hahnemuhle William Turner de 310 g/m2. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova.

“Places that seem to float”, 2023 Signed & dated on the back Gouache sobre impresión digital en papel Hahnemuhle William Turner de 310 g/m2. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

"Crowded Places", 2023 Gouache sobre impresión digital en papel Hahnemuhle William Turner de 310 g/m2 20.28 x 20.28 x 1.5 in / 51.5 x 51.5 x 3.8 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

“Crowded Places”, 2023 Gouache sobre impresión digital en papel Hahnemuhle William Turner de 310 g/m2 20.28 x 20.28 x 1.5 in / 51.5 x 51.5 x 3.8 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

 

Una de las series bidimensionales en la exposición consiste en cinco impresiones digitales intervenidas con sutiles rastros de acuarela verde y azul turquesa que referencian al género pictórico qinglu (青綠). En algunas predomina el blanco y el gris; cierta bruma o nubosidad refuerza la imposibilidad de aprehender el recuerdo, acaso un tenue efecto cinematográfico. Obras hechas de obras. Peñalosa generó la serie con Inteligencia Artificial e imágenes de uso libre. Cada una es el retrato hablado de un país jamás visitado. Una pregunta realizada a su abuela de ascendencia china detonó la composición: “¿cómo te imaginas China sin haber estado allí nunca?”. El desarraigo paradójico, implica el desconocimiento territorial y lingüístico de una región que, a pesar de todo, marca la identidad de sus ancestros.

Ríos de gente, arquitectura típica y tropos del paisajismo chino: los elementos desmontan los modelos de representación que Occidente ha forjado de China en idea, pero ¿cuál es el imaginario que las comunidades de ascendencia china han forjado, desde acá, a veces sin conocerlo, del país asiático?

Ghost Stories es también una exploración de la memoria y de cómo ─de acuerdo con Beatriz Sarlo─ las historias cotidianas al margen de la historia oficial participan para construir “discursos de memoria” a partir de un “giro subjetivo”8. La memoria, cuando no bebe de la experiencia vital, almacena un banco de imágenes de lugares que hemos visto o creemos haber visto. En la mente llevamos un stock de sitios que no conocemos, modificado, en buena parte, por la globalización.

El internet sería entonces el “archivo preexistente”, cuya combinación de imágenes ofrece la posibilidad de crear nuevas al infinito. Dicho proceso se vincula más al algoritmo que a la hibridación per se. En ese sentido, Chantal asume su práctica como post-remix.

Entre las imágenes huidizas nacidas de una memoria imposible, salen a flote imágenes náufragas. La serie Boats. Junks, Photocopies (2023) se conforma de cinco serigrafías sobre tela de lino. Parten de fotografías de archivo que la artista retomó de su investigación en torno a las comunidades chinas en Baja California. Tomas de embarcaciones y una vista panorámica de un puerto, posiblemente datadas entre 1920 y 1930, fueron amplificadas en su espectralidad colosal, buscando preservar la textura de una fotocopia (a secas, el archivo mexicano las cataloga como “embarcaciones del pacífico” y probablemente fueron tomadas en San Diego).

Panorámica de "Ghost Stories". Fotografía: WhiteBalance

Panorámica de “Ghost Stories”. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

Ya vaticinaba Georges Didi-Huberman que “la imagen a menudo tiene más de memoria y más de porvenir que el ser que la mira”9. Toda imagen evoluciona a fin de trascender a su época, delatando su potencia como documento frente a la historia.

Ubicado al centro de la sala de exhibición, Fong (2023), el video epistolar narrado por Chantal en voz en off es el corazón del relato. Fue filmado una tarde nublada y ventosa en el barrio chino de San Francisco. El anhelo de un reencuentro sella esta carta: Querida familia, vine a San Francisco a visitarlos y no los encontré, pero donde quiera que estén (…) los quiero.

Chantal Peñalosa, "Fong", 2023, Video 4K, 12'07''. Cortesía de Proyectos Monclova

Chantal Peñalosa, “Fong”, 2023, Video 4K, 12’07”. Cortesía de Proyectos Monclova

Su trama binacional se divide en dos partes. En la primera, Peñalosa evoca la llegada de su familia a La Paz en 1926, quienes se dedicaron al comercio textil. Sus vidas se vieron alteradas al huir  del hostigamiento y el maltrato de los movimientos antichinos, por lo que el 23 de febrero de 1932, un año después de la expulsión masiva de población china en Sonora, los varones de la familia decidieron emigrar a Estados Unidos; las mujeres permanecieron en el puerto de La Paz y más tarde se establecieron en Ensenada.

La hostilidad del gobierno de Baja California, aunada a la prensa de la época, reforzó las intenciones del movimiento antichino al afirmar que estas comunidades apoyaban intereses anexionistas del país vecino10. No es solo la historia la que se pierde en la neblina, junto con ella, las vivencias y costumbres de toda una comunidad. A ustedes los volvieron fantasmas.

A modo de epílogo, la segunda parte del video es un cuento alegórico escrito por Peñalosa, según las convenciones del zhiguai xiaoshuo. Narra la llegada de un grupo de varones que partieron de Shangai para explorar una región ignota. Al verlos, los pobladores nativos ls observan “como si fueran espectros” y exigen comprobar su existencia física al tocar una campana. Al fondo, el sonido del oleaje del mar. Conforme vemos el close-up de un mural del barrio chino, aparece pintada una Nao.

De tal forma, la pieza de video empalma tres capas históricas: el pasado colonial, el pasado de discriminación en el siglo XX y un presente lleno de incertidumbre. La historia tiene la capacidad de crear fantasmas. Tal vez la historia en sí sea un fantasma: sin hacerse visible, convivimos con ella, nos acecha.

A un costado de la sala, otro video muestra dos fotografías. Los retratos en sepia permanecen fijos: reclaman nuestra mirada. Se trata de los tíos chinos de Chantal Peñalosa cuando eran niños. Una carta contrasta ─o contesta─ a la otra: en este segundo video se lee un panfleto redactado por un comité pro raza de Baja California, una de tantas ligas antichinas surgidas en México durante las primeras décadas del siglo XX11.

La retórica virulenta que “alerta” a la población mexicana del “fatídico dragón chino” que “amenaza al águila del Anáhuac” se yuxtapone con los rostros inocentes que, en su cruda vulnerabilidad, encaran al espectador. Ante esta negación y ocultamiento de su propia identidad a la que se vieron sometidas las comunidades migrantes chinas, la artista se pregunta: ¿cómo reconstruir una memoria visual y material de la diáspora, incluyendo a sus segundas, terceras y cuartas generaciones?

Para Peñalosa, unir las piezas de esta exposición implica un acto ritual, una suerte de conjuro para devolvernos al pasado y así colocar una claraboya en las tinieblas de nuestra historia. Al igual que Margo Glantz en Las genealogías al escribir en torno a las comunidades judías como una búsqueda de completud identitaria, Chantal enuncia lo colectivo desde lo individual12. “Me doy cuenta de que las migraciones guardan muchos secretos”, asegura Peñalosa en nuestra llamada por Zoom, cuando ya había oscurecido y la conversación daba un inesperado vuelco personal

“Son secretos, pienso, que intentan cuidar a las siguientes generaciones de sufrir lo que nuestros ancestros”13. Al liberar a estos fantasmas, se aplaca un poco más ese dolor que va de una generación a otra. El dolor de negar una herencia, de no transmitir una lengua, de disimular los rasgos y cambiar los nombres y apellidos. Dolor que, además, fue padecido de manera radicalmente diferente por la población femenina, incluyendo aquellas mujeres mexicanas que fueron desterradas por haber contraído nupcias con hombres chinos14. ¿Qué perdura como la medicina tradicional, y qué se extravía en la fantasmagoría de los tiempos, como la evidencia material?

"Cotton" 3, 2023 Escultura en bronce a la cera perdida 80 x 34 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

“Cotton” 3, 2023 Escultura en bronce a la cera perdida 80 x 34 cm. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

“Volver al pasado e indagar en estos archivos no se trata solamente de un proceso nostálgico. Esta exposición, pienso, tiene que ver con las políticas actuales y lo que hoy ocurre, por ejemplo, en Centroamérica”, asegura Chantal. En efecto, las olas de migrantes centroamericanos son un punto crítico en el panorama diario de las fronteras norte y sur. Persiste, sin embargo, el orgullo de poder articular su propia genealogía y hacer justicia poética a su familia.

Al encontrar por primera vez la fotografía de su bisabuelo y al emprender su investigación entre los archivos de su estado natal, relata: “a veces iba con mi mamá o con nuestro vecino y les contaba: “¡miren, esto es nuestro! ¡nos pertenece!” Tal vez las esculturas de la exposición condensan el sentido metafórico de Ghost Stories: vertidos en bronce en forma de ramas de algodón, son una de las principales mercancías comercializadas por China desde la era colonial y una de las actividades de cultivo más importantes entre los migrantes siglos más tarde.

Chantal Peñalosa, "1929", 2023 Video HD 9' 21''. Cortesía de la artista

Chantal Peñalosa, “1929”, 2023 Video HD 9′ 21”. Cortesía de la artista

Fragilidad, delicadeza en el objeto a primera vista, pero también algo resiliente e inquebrantable. Así, entretejiendo los retazos de su historia familiar, Chantal Peñalosa Fong nos entrega una instalación literaria y emotiva, nacida de un acto tan íntimo como es conversar con nuestros ancestros.

Panorámica de "Ghost Stories". Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

Panorámica de “Ghost Stories”. Fotografía: WhiteBalance. Cortesía de Proyectos Monclova

  1. Garza, Amanda de la. “Atlas Western. Gestos y memoria”, Atlas Western, Chantal Peñalosa et al., Ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México, Museo Universitario Arte Contemporáneo; Barcelona, Editorial RM, 2022, p. 26.
  2. Algunas premisas autobiográficas aparecen en trabajos posteriores como Un año limpiando frijol (2011-2012), o el recuerdo de infancia del cual se desprende el Atlas Western (2022).
  3. Chong, José Luis. Historia general de los chinos en México 1575-1975, Madrid, Turner, 2014, p. 152.
  4. Ver Yu, Anthony C. “‘Rest, Rest, Perturbed Spirit!’ Ghosts in Traditional Chinese Prose Fiction”, Harvard Journal of Asiatic Studies, vol. 47, núm. 2, 1987, pp. 397–434.
  5. Entrevista con Chantal Peñalosa vía Zoom, 21 de abril de 2023.
  6. La matanza de chinos en Torreón acaecida en 1911 es el núcleo de la investigación histórica de la obra de Julián Herbert titulada La casa del dolor ajeno. Crónica de un pequeño genocidio en La Laguna, Barcelona, Random House, 2016. Agradezco a Francesca Dennstedt por la referencia. Por su parte, Juan Esmerio tematiza el matrimonio entre una mujer mexicana y un hombre chino en Sinaloa. Ver Tu nombre chino, México, Nitro/Press, 2018.
  7. Algunas exposiciones recientes que reflexionan en torno a la presencia china ligada al comercio, los modelos de representación y la copia como concepto. Por mencionar algunos ejemplos: En un bosque de la China (2022) de Circe Irasema, exploración sobre los imaginarios populares de China en México a partir de un operativo policiaco; El águila y el dragón (2022) de Marek Wolfryd, en torno a las rutas de comercio China-México; Cómo están de ausentes las cosas queridas (2022) del dúo Working Hard (She Wen-Ying y Kuo Po-Yu), investigación sobre los “cafés de chinos” y la hibridación cultural.
  8. Sarlo, Beatriz. Tiempo pasado. Cultura de la memoria y giro subjetivo. Una discusión. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2005, p. 19.
  9. Didi-Huberman, Georges. Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes, trad. Antonio Oviedo, Buenos Aires, Adriana Hidalgo editora, 2011, p. 32.
  10. Marín, Rosario Cardiel, et al. “La migración china en el norte de Baja California, 1877-1949”, Destino México: Un estudio de las migraciones asiáticas a México, siglos XIX y XX” ed. María Elena Ota Mishima, El Colegio de México, 1997, p. 231.
  11. Se registran, hasta 1932, más de 215 ligas antichinas operantes en México. Ver Chao Romero, Robert. “Mexican Sinophobia and the Anti-Chinese Campaigns”, The Chinese in Mexico 1882-1940, Tucson, The University of Arizona Press, 2011, pp. 165.
  12. “Ese mundo cuyo paisaje, lengua y comida me eran casi totalmente desconocidos separaba a mis padres de mí, por eso creí necesario completar mi propia genealogía, definir mi propia identidad insertándose de alguna forma en la vida de mis padres”. Aracil Varón, Beatriz, “Margo Glantz: el rastro de la escritura” (entrevista a Margo Glantz), Anales de Literatura Española, núm. 16, 2003, p. 8.
  13. Ibíd.
  14. Beja, Flora Botton. “La persecución de los chinos en México”, Estudios de Asia y África, vol. 43, núm. 2 (136), 2008, p 486.