En su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua (1965), El lenguaje de la crítica del arte, Justino Fernández refirió:
La crítica de arte tiene un sentido vital porque, por una parte, nos pone en relación con otros hombres del pasado y el presente, por medio de sus obras; por otra, ayuda a establecer una comunicación espiritual entre el arte, los artistas y el público; y, en fin, en esas relaciones el crítico se descubre así mismo y al expresarse se entrega a los demás.