Tierra Adentro
Portada "Bela Lugosi's Dead", Bauhaus. Small Wonder, 1979.
Portada “Bela Lugosi’s Dead”, Bauhaus. Small Wonder, 1979.

Una de las presentaciones más míticas y recordadas en el mundo de la música y la cultura pop sucedió hace 19 años, en uno de los ya varios regresos que ha tenido Bauhaus a lo largo de su trayectoria. Aquella noche del 30 de abril de 2005, en Indio, California, y como parte del cartel del Festival Coachella, la banda originaria de Northampton, Inglaterra, apagó en su totalidad las luces del lugar, como es usual, para entrar al escenario. 

La batería de Kevin Haskins anunció el himno por el cual fueron bautizados como una de las bandas pioneras del rock gótico: “Bela Lugosi’s Dead”. Los aplausos y gritos de la gente no se hicieron esperar, mientas se escuchaban los delays y las distorsiones de la guitarra de Daniel Ash y se veía salir, de entre las sombras, a David J tocando su línea de bajo. Pero lo mejor vino segundos después, cuando Peter Murphy apareció colgado de pies, de entre la oscuridad, humo y luces blancas, atravesando el escenario de izquierda a derecha, simulando ser un murciélago, un vampiro, un ser sobrenatural.

Con las manos entrecruzadas y sostenidas de sus hombros, tal cual duerme Drácula, Peter miraba a la nada mientras el viento alborotaba su cabello rubio y algo crecido, dándole una imagen más tétrica que poco a poco fue llevando a la teatralidad, gesticulando con sus manos y brazos a la espera de que su turno en la voz apareciera, para cantar esa canción que, de igual manera y en forma de tributo, inmortalizó al célebre actor Béla Ferenc Dezsö Blaskó.

Después de dos minutos y medio de atmosfera lúgubre (que por momentos recordaba el sonido del aleteo de los murciélagos), la voz profunda, cavernosa y terrorífica de Murphy apareció para cantar: White on white translucent black capes, back on the rack. Bela Lugosi’s dead. The bats have left the bell tower, the victims have been bled, red velvet lines the black box… La gente coreaba con él: Undead, undead, undead… Así empezó un show que quedaría para la posteridad.

Hace 45 años, en agosto de 1979, una banda desconocida de nombre Bauhaus lanzaba su primer sencillo titulado Bela Lugosi’s Dead, en referencia al Conde Drácula más elegante y reconocido de la historia del cine. El disco de vinilo de 12 pulgadas bajo el sello Small Wonder (que también produjo material de grupos como The Cure, Anthrax o Camera Obscura), traía en el lado A esa canción de casi 10 minutos; por el lado B, “Boy” y apenas un minuto y veinte segundos de otra de las más importantes e impactantes del grupo: “Dark Entries”, como un preámbulo de la potencia que la banda tendría en el futuro.

Lo que sin duda llamó la atención de su debut fue la canción “Bela Lugosi’s Dead”, la cual dio un golpe enorme a todo lo que en ese momento se estaba haciendo, empezando por los estándares de tiempo. Debido a su duración, era imposible tocarla completa en las estaciones de radio y no entró en las listas de popularidad reconocidas de aquellos años. Solo se posicionó en las listas británicas más independientes a lo largo de dos años, pues fue muy solicitada en todos esos hoyos underground en los que se escuchaba este tipo de música. 

¿Pero cómo es que llegaron a crear una canción que ha traspasado generaciones, un himno y un parteaguas para todos aquellos músicos que se han refugiado en el rock gótico y post-punk para crear su música? En una entrevista con la revista británica UNCUT para conmemorar los 40 años de su debut, Bauhaus narra un poco cómo fue crear su mítica canción “Bela Lugosi’s Dead” (que, a la postre, los volvería uno de los pilares indiscutibles de esos géneros musicales fundados a finales de los ochenta).

En principio, Bauhaus quería hacer una canción de vampiros. Hablaron entre ellos sobre la calidad erótica de las películas con estos personajes y sobre la sexualidad y el erotismo que trasmitía Drácula. Ash tenía una fascinación mayor por esto y por sus connotaciones ocultas, aunado a que, una noche, mientras veía televisión, David J se encontró con la película Drácula (1931), de Tod Browning, la cual le encantaba y de la que se decía que el actor austro-húngaro Béla Lugosi era el Drácula por excelencia, la representación más elegante del personaje.

A partir de ahí, comenzaron a escribir y a pensar cómo sería esta canción. Surgió el nombre de Béla Lugosi, al que, en palabras de Peter Murphy, solo utilizaron como un elemento kitsch y no como una oda. Jugaron con el elemento de si Béla era un no muerto, un muerto viviente (a pesar de que, para ese entonces, el actor tenía 23 años fallecido). David J también cuenta que el mítico verso white on white traslucent black capes se le ocurrió regresando a casa de su trabajo, en un almacén donde empacaba muchas cosas bastante pesadas, y que de inmediato lo escribió en una nota que se encontró por ahí.

Con la creación de la música, Kevin Haskins dijo que su profesor de batería le enseñó tres ritmos: uno pop, uno de jazz y otro de bossa nova. Para crear esta canción, su intención era tocar el de bossa nova. Daniel menciona que, al empezar a oír el ritmo de la batería, él entró con un riff; luego, David entró con el bajo; ya creada la atmosfera, Peter entró con su voz un poco después. De igual manera, dice que los acordes que metió tienen sus raíces en una vieja canción de Gary Glitter (“Rock and Roll Part 2”), pero con una velocidad más baja, aunque no se dio cuenta hasta tiempo después. 

Pero Bauhaus también intentó recrear un poco, a su estilo, el reggae y el dub que escuchaban recurrentemente tres de sus integrantes (David, Daniel y Kevin). Por ese entonces, había en Northampton una gran población rastafari que hacía eventos mensuales en los que dos grupos competían entre sí a ritmo de dub, mientras todo alrededor era fiesta con olor a ganja.

En cuanto al eco que se nota en gran parte de la canción, Ash explica que David J tenía una unidad de eco no muy buena de la marca HH Electronics, a la que conectó su guitarra y una caja de ritmos. Después, activó los ecos y reverbs que ofrecía ese dispositivo, para que el sonido atmosférico aumentara a lo largo de la canción.

Con la interpretación vocal (que, para muchos críticos, es soberbia), Murphy explica cómo se le ocurrió y qué significaba para él interpretar con su voz a un vampiro: 

las voces llegan aproximadamente media hora después de todo lo demás. Esos dos versos dicen “¿quién habla?”, había un aspecto oracular en ello. Esa voz tenía que salir del espíritu de aquel bello, erótico y enigmático personaje. Así funcionaba el vampiro en términos de seducir al público. Ese monstruo en particular de la época de Hollywood era realmente hermoso. 

Desde ese momento, Murphy jamás ha dejado de representar a ese personaje cada vez que se presenta en un escenario. Por momentos, nos hace recordar a esos vampiros descritos y narrados por Anne Rice.

Con solo seis semanas como banda, el cuarteto decidió grabar esta canción y otras cuatro en el Beck Studio, que escogieron por sentirse como en casa. En palabras de Ash, “era más una típica sala de estar de los años setenta que un estudio; tenía cierto olor hogareño”. Con gran fortuna, ahí conocieron al ingeniero de sonido Derek Tompkins, quien participó por mucho tiempo con Bauhaus y con los proyectos individuales de los integrantes cuando estos se separaron. 

De igual forma, relatan que era la primera vez que Peter cantaba frente a un micrófono en un estudio profesional y “Bela Lugosi’s Dead” quedó a la primera toma.  Increíble, pues casi nunca sucede esto, lo que le añadió todavía más misticismo. Además, Murphy estaba resfriado ese día, lo que, en palabras de Daniel, “agregó textura a su voz”.

Quizá por eso escuchar esta canción en su primera versión dentro del sencillo causó un enamoramiento tremendo en muchos de los huérfanos del punk, quienes encontraron en esta nueva banda un sonido enigmático, un antes y un después en la industria musical. A pesar de que grandes compañías como Virgin, EMI o RCA los elogiaron pero descartaron (debido a su duración y sonidos poco convencionales), la banda continuó con sus sueños y firmó con el sello independiente Small Wonder. Este último comparó “Bela Lugosi´s Dead” con la canción “Sister Ray”, de Velvet Underground. 

Con el sencillo ya en sus manos, la banda tenía que hacer lo posible por que los tocaran en la radio y, con mucha buena suerte, lograron que el famoso e influyente DJ de la BBC Radio, John Peel, los pusiera en su programa nocturno. Luego del impacto que tuvo en los radioescuchas, les grabó una sesión propia (solo bandas verdaderamente buenas e importantes de la época tenían la oportunidad de hacer estas sesiones con el también productor y periodista inglés). 

Murphy añade cómo fue que entraron a la estación. Fingieron en recepción ser amigos de Peel, saludando a los miembros de Motörhead que también estaban ahí, para después entrar a la cabina y presentarse como Bauhaus, a lo que el DJ no tuvo otra alternativa que presentarlos al aire: “Tenemos a Bauhaus en el estudio. Son de Northampton y tienen un nuevo single llamado ‘Bela Lugosi’s Dead’. Dura nueve minutos y medio y esta será probablemente la primera y la última vez que toquemos esto”. Sin embargo, muchos oyentes de la estación pidieron que la canción sonara en su rotación musical y así comenzó la exitosa historia de Bauhaus.

Los actos en vivo le daban un plus a la banda. Tocaban inmersos en una oscuridad casi total, con muy poca luz proveniente de estrobos y luces blancas que emergían desde el suelo, para dar una atmósfera más sombría. Su estética, teatralidad y poesía visual y musical ayudaron a catalogar a Bauhaus como los padres del rock gótico, algo que la banda rechazó de inmediato, describiéndose más bien como dark glam o art rock, pues consideraban que otros de sus contemporáneos (como Siouxie & The Banshees, The Cure e inclusive Joy Division) ya habían fincado las bases de este género (que se uniría al post-punk). 

Y es que, si miramos un poco hacía atrás, la música con toques siniestros, góticos y con guiños al cine de terror ya había empezado con Siouxie & The Banshees en su disco The Scream (1978). La canción “Metal Postcard”, por ejemplo, hace alusión a la película Psicosis (1960) cuando las guitarras de John Mackay suenan como los violines de la famosa escena de la ducha. También tienen otras canciones de temas oscuros, como “Carcass” o “Nicotine Stain”, y ya ni que decir de la imagen que proyectaba cada uno de sus integrantes. La mítica Siouxie Sioux fue la primera musa del rock gótico británico.

De igual manera, con su disco Three Imaginary Boys (1979), The Cure irrumpió en la escena con una imagen lúgubre y con canciones cortas de letras desenfadadas que hablaban de melancolía y monotonía, muy apegadas al rock gótico, pero también con ritmos que se denominarían después post-punk. Además, gracias a que Robert Smith estuvo por un tiempo tocando la guitarra con los Banshees, ambas agrupaciones hicieron una gira juntos llamada Join Hands Tour, en la cual Smith y compañía conquistaron a muchos de sus primeros fans.

Ya con las bases bien puestas para que este tipo de bandas y géneros comenzaran a escucharse y tomarse en cuenta en el Reino Unido, Bauhaus logró posicionarse muy a la par de sus precursoras, ubicándose sí o sí dentro del rock gótico y el post-punk. Este último cimbraría a la industria musical a principios de los ochenta con bandas como Magazine, The Sisters of Mercy, Christian Death, The Cult, Alien Sex Fiend, Sex Gang Children y otras más, que señalarían como principales influencias a Bauhaus, Siouxie & The Banshees y The Cure. Y es que, si bien en un principio Bauhaus no se sentía cómodo con esa imposición, Ash señala en entrevistas que “si vistes de negro y tu primer sencillo es ‘Bela Lugosi’s Dead’, prácticamente tienes un sello en ti”. Con los años, los miembros de Bauhaus aprenderían a apreciar esto, como cuando salieron en la introducción de la película de vampiros El Ansia (1983) de Tony Scott, tocando y cantando en vivo su canción más famosa. En la misma película, durante los créditos de tres minutos, a los miembros de Bauhaus (junto con David Bowie y Catherine Deneuve) se les vio realmente espeluznantes.

Algo que de igual manera ayudó a Bauhaus a sobresalir entre las demás bandas de su generación y posteriores fue la diversidad de influencias que lograron conjuntar para tener mejores sonidos y letras. Si bien, como la banda menciona, partieron de ritmos jamaiquinos (incluso cuentan que, al termino de sus sesiones creativas, se quedaban tocando un poco de reggae, dub y hasta covers de The Beatles), también se inspiraron en géneros como el glam rock (con artistas como Roxy Music, David Bowie, New York Dolls); en bandas de punk rock como Sex Pistols, Iggy Pop and the Stooges, Ramones, The Clash; en grupos de krautrock como Kraftwerk, Can, Neu!; en agrupaciones leyenda como The Doors Pink Floyd o Velvet Underground; y hasta en géneros más diversos, como garage, electrónica, progresivo, heavy metal, folk, pop, funk, entre otros.

En cuanto a literatura, sus influencias incluyen a William S. Burroughs y los beats, a Bertolt Brecht, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Franz Kafka, Antonin Artaud y Oscar Wilde (se basaron en su libro emblemático El retrato de Dorian Gray para crear la letra de “Dark Entries”).

Otras de las influencias de la banda incluyen el surrealismo, el expresionismo alemán, la mitología griega, el catolicismo y el cine de Ingmar Bergman y David Lynch, que poco a poco mezclaron de manera sombría, fría e introspectiva, para reflejar todo esto en sus discos y canciones posteriores. Así se convirtieron en una de las agrupaciones más icónicas. Muchas bandas posteriores tomaron a Bauhaus como base para crear su propio arte.

A 45 años de su primer sencillo, “Bela Lugosi’s Dead” ha sido versionada por muchos artistas, como Opera IX (The Black Opera: Symphoniæ Mysteriorum in Laudem Tenebrarum,2000), Sepultura (Nation, 2001), Nouvelle Vague (Bande à part,2006), Chris Cornell (2007), Nine Inch Nails (2009), Trent Reznor con Murphy y TV on the Radio (2013), Massive Attack (2013), Chvrches (banda sonora de Vampire Academy, 2014), The Damned (2019) y otros más. Sin duda, esta canción es un himno y una de las favoritas de muchos músicos de diversos géneros y generaciones.

Fundados bajo el nombre de Bauhaus 1919 (en referencia al primer año de funcionamiento de la escuela de arte alemana), para acortar finalmente su nombre a Bauhaus, la banda está conformada por Daniel Ash (guitarra, saxofón), Peter Murphy (voz, instrumentos ocasionales), Kevin Haskins (batería) y David J (bajo). Sin un adiós definitivo, el cuarteto tuvo que postergar en un par de ocasiones su último reencuentro; la primera, por todo lo que provocó el COVID 19; la segunda, en agosto 2022, por problemas de salud de Murphy. Afortunadamente, pudimos verlos en un par de ocasiones en México, justo en ese regresar a los conciertos dentro del país, después de un largo encierro por la pandemia. Ojalá que la vida nos dé la oportunidad de ver nuevamente a esos vampiros de Northampton que, como el gran Béla Lugosi, parece que serán eternos.

"Bauhaus en una revista de los 80's". Imagen recuperada de Flickr, @Kotomi_. CC BY-NC 2.0
“Bauhaus en una revista de los 80’s”. Imagen recuperada de Flickr, @Kotomi_. CC BY-NC 2.0