el cambio de espacio del bar a la calle una copa de vino multiplicada en el momento de decidir continuar bebiendo o dejar el instante eterno de la borrachera del embrujo de la llegada trémula del tigre blanco poner tierra indecencia y tiempo de por medio una acusación judicialuna amenaza de muerte el golpe de una correa de cuero en la cabeza un ojo hinchándose en el reflejo de una ventana el piso reventando en el oído el instinto de conservación respirando fatigosamente sintiendo odio por sólo responder al dolor otro instante perdido que envejece junto a ti recordar en el segundo las aventuras los deseos y las personas que mueren por su mano una cuerda un cuchillo o la quemadura del tiempo otro hueso roto para transformarte en un animal en extinción es quizás el momento entre parar o continuar con el goce del desplome la exitosa rutina del fracaso la escena donde todo cambia y el caos entra en acción interpretando cada acto en una casa vacía un teatro abandonado con el telón roído por la química y un manual de psiquiatría los cambios de ánimo el estado de la pérdida de sentido y la desprotección el llanto imparable la exquisita locura la completa falta de amor este refugio fue construido pieza por pieza para ser invadido sin indulgencia ni disimulo por el relámpago por la propia lapidación en este regazo sólo se vive para escribir.
tengo por escritorio el esqueleto de una cama de madera aún duermo en un colchón viejo sobre el suelo y despierto en las mañanas con deseos de que el invierno pase pronto para recostarme en la playa bajo el sol con los ojos cerrados sintiendo el calor de la brisa
esta semana solo hubo dinero para comprar leche en polvo avena y café
esta semana hubo tiempo para mirar por horas el mar golpeando el cemento de la costanera a los perros ladrar a los autos que cruzan la calle del hospital para regresar a la habitación que arriendo y lavar un poco de ropa ordenar el pequeño escritorio junto al sonido de la gotera cayendo en el tarro de pintura.