Hudson Mohawke: hacía una nueva galaxia electrónica
En todos los deportes-industria que forman parte del sistema comercial son evidentes los sistemas de cooptación del talento emergente; con muchos esfuerzos los equipos chicos consiguen hacerse de verdaderas joyas en cada deporte que, irremisiblemente, será comprado por las organizaciones dominantes, esas grandes entidades multimillonarias y que aglutinan el culto de las masas. En el futbol mundial, esto es un destino manifiesto; afortunadamente, en el basquetbol y el futbol americano de los Estados Unidos han implementado mecanismos que busquen equilibrar las cosas y garantizar una competencia más justa y equilibrada.
Traigo este asunto a colación porque se relaciona con la carrera de un músico escocés lleno de talento que impactó de lleno al circuito global de música electrónica. Hudson debutó en LP hace seis años y fue fichado por el influyente sello Warp. Mientras también acaparaba grandes festivales, reseñas y feligresía con el proyecto llamado TNGHT, un dúo que formaba con el canadiense Lunice, atascado de música crepitante, lenta y oscura.
El hombre no ha dejado de publicar —algunos ejemplos son el ep Satin Panthers (2011), sencillos y trabajar para otros colegas que le pedían sin parar que les hiciera remixes—. Por sus manos pasaron personajes ilustres de la vanguardia como Dan Deacon y Bjork, pero también figuras rutilantes del hip-hop como Drake y Azealia Banks; le interesa por igual trabajar con propuestas tan distantes a lo suyo como las de John Legend y Paolo Nutini.
Arrancó en forma con Butter (2009) e inmediatamente dejó en claro que su perspectiva es muy amplia; se le considera un especialista de los bajos pero también alguien interesado en lograr un brusco viraje del hip hop y capaz de incorporar incluso elementos de la música clásica. Vertiginosamente, se apuntaló con una estrella emergente de la electrónica. Su visión de futuro no pasó desapercibida.
Fue fichado nada menos que por Kanye West para trabajar a tiempo completo para su compañía, G.O.O.D. Music, participando en la recopilación Cruel summer (2012) y el coyuntural Yeezus (2013). Un tipo tan sagaz como el rapero, con el sentido comercial tan afilado, entrevió todo lo que el británico podría aportar a sus producciones. A cambio, lo presumió por doquier e hizo que en las altas esferas de la industria también fuera muy apreciado (su presentación conjunta en los Brit Awards fue clave).
Para 2014 es elegido, nada menos, que por la compañía Apple para musicalizar la campaña de lanzamiento de la MacBook. Los encargos casi no le dan tiempo libre, pero ha tenido que tomar la decisión de concentrarse en su estudio del este de Londres para terminar un muy espaciado segundo LP. Ha dejado en claro en repetidas ocasiones que no le interesaba hacer un disco de hip hop como tal —y que tal vez jamás lo haga—, que tenía de su lado lo que le aprendió del legendario productor Rick Rubin en el estudio y que se alejaría del tipo de piezas con que sus escuchas lo habían identificado hasta la fecha. Al periodista español Juan Monge le declaró: «Sé que las voces sintetizadas de registros imposibles son parte de mi sonido, pero sentía que las había agotado como un elemento clave en mis temas».
Lantern fue acogido una vez más por Warp y tras un comienzo instrumental breve acomete con la brillante «Very First Breath», en la que colabora vocalmente Irfane. Ross Birchard —nombre de pila del artista— toma como materia prima al soul y lo lleva hasta su laboratorio experimental. «Ryderz» tampoco no nos dejará mentir.
En los 14 temas que lo conforman hay espacio para diferentes tendencias; existe trap, future bass y Uk Garage, también acepta un toque cósmico y pasajes orquestales. Tal vez un buen efecto de esta aventurada mixtura sea «Indian steps» en la que canta Antony y participa Oneohtrix Point Never (Daniel Lopatin); que además anticipa el disco conjunto en el que están trabajando (ya en su parte final).
Fueron muchos talentos involucrados en su concepción total; no sólo Kanye dio su opinión sino que el afamado Mark Ronson aportó lo suyo, así como los locutores de la BBC Radio 1 Benji B y Zane Lowe. A la postre un mosaico absolutamente contemporáneo en el que también destaca el hiphopero estrella Miguel, conduciendo «Deepspace».
Entre tanta ilustre pasarela sorprende que el primer impacto masivo haya sido «Scud Books», probablemente porque puede adaptarse a una sesión más eufórica. Ross despega en la misma nave que Woodkid, Lapalux y Arka para emprender la exploración de galaxias musicales desconocidas. Lantern tiene por igual puntos de estallido y espacio para el remanso.
Hudson Mohawke acumula méritos para ser una de esas figuras que anticipan las tendencias. La Linterna que ahora manipula ilumina el futuro camino de la electrónica. ¡Es momento de despegar junto a él!