Ilustraciones de Claudia Luna
Desde el terremoto del 19 de septiembre de 1985 en el Distrito Federal, México se ha colocado a la vanguardia en materia de planeación, prevención y mitigación de los efectos de los sismos. Sin embargo, persisten mitos y debates acerca de este fenómeno natural y la manera en que nos preparamos para él. Éste no es un tema de interés exclusivo para los habitantes del Valle de México: Baja California, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca, por ejemplo, pueden ser epicentro de sismos de gran magnitud. De acuerdo a la información del Centro Nacional de Prevención de Desastres, 33% de la población de México habita en zonas expuestas a un terremoto de alto impacto. Es importante notar, además, que muchas de estas zonas se encuentran en expansión demográfica, y la nueva población no siempre está consciente de lo que implica un sismo en materia de protección civil.
Para esta Conversación abierta entrevistamos a investigadores, expertos y empresarios que dedican su vida a temas relacionados con la prevención y mitigación de los efectos de los sismos. Obtuvimos más de doce horas de grabaciones, sobre las cuales trabajamos para presentar los textos que abordan los estudios y opiniones de cada uno de nuestros entrevistados. Entre sus comentarios podemos encontrar muchas divergencias, pero si en algo coinciden todos es en que la planeación y preparación de toda la sociedad mexicana es la clave esencial para enfrentar un sismo de gran magnitud. De la misma manera en que en el estudio y planeación en materia sísmica intervienen todos los niveles de gobierno, las más altas instituciones académicas, asociaciones civiles y empresas privadas; es necesario que todos nos unamos a esta conversación.
Para apoyar esto, encontrarán una serie de consejos que conforman un plan interno de protección civil.