El monumento como obra narrativa, la arquitectura, que tan cerca está de la construcción de una historia, necesita de pilares que se eligen de acuerdo a su creador.
Vida y destino (1980), la obra cumbre de Vasili Grossman, retoma todos los temas posibles de la guerra, de la tumultuosa lucha entre la Unión Soviética y la Alemania Nazi.