Con la crisis económica que se hace evidente, misma que advierte Arturo Herrera (SHCP): esta “pandemia y su duración se acrecientan los niveles de incertidumbre” (Forbes, 2020), la memoria nos ha llevado a recuperar aquel momento de la primera mitad del siglo XXI que implicó un colapso económico en Estados Unidos y que puso la mirada en los cuestionamientos sobre las estrategias que había seguido el capitalismo hasta ese momento; la iniciativa fallida de la acopio de capital, a través de la producción solo pudo ser superada con el encuentro del consumo como principio y fin de un modelo de economía estética (Rolnik, 2013, pág.