¿Por qué lxs Libra son tan inestables?
En cuanto vio el primer meme sobre ser Libra, Inés percibió una sensación invadiendo su cuerpo por completo, para después salir de sus labios, quedito: “chale”. El meme en cuestión: Un periquito con cara de achicopalado y la leyenda “¿Por qué lxs Libra son tan inestables?”
—No sé — respondió Inés para sí misma —, pero sí somos.
A partir de ese momento los memes sobre la inestabilidad del signo Libra se hicieron más recurrentes “Quién sabe”, llegó a pensar Inés, “a lo mejor los he notado más desde que me di cuenta del primero”, y es que la leyenda de este no dejaba de invadirla cada que se quedaba a solas con sus pensamientos. ¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Why the fuck?
CRACK
Inés se contempla a través del espejo, como ella, roto, roto. Seca la sangre de su mano con el pantalón, abre la puerta del baño y regresa hacia su supuesta vida.
Dos días después los nudillos le ardían, eso la puso de mal humor.
—¿Qué te pasó en la mano? — le preguntó mamá.
—No sé. — respondió Inés.
—¿Cómo que no sabes?
—Pues no sé.
—Ni se te ocurra empezar a alzarme la voz, pendeja. — dijo mamá, entre dientes.
—Bueno.
¡ZAS!
Inés, sobándose el cachete enrojecido: (No digas nada, no digas nada, no digas nada, ya.viste.sus.ojos.son.los.de.cuando.no.razona, no digas nada, no digas nada)
—¡PUTA!
¡ZAS!
—Ojalá te hubiera abortado, es lo que pensaba hacer — dijo mamá.
Inés no dijo nada, nomás salió corriendo y con eso dijo todo.
Corrió hasta el primer OXXO que vio abierto, agarró una botella de Tonayán y se acercó al mostrador.
—Pasan de las 11, señorita, ya no podemos venderle eso.
Inés miró los ojos del dependiente y supo que no le haría nada. Así que volvió a salir corriendo.
Rostro borroso: Inés, ¿Podemos hablar?, no es justo que vengas a mi casa así de borracha y te quedes ahí nomás, sentada sin decirme nada.
¡PUAJ!
— ¿Qué? — le respondió Inés, cortante, a su tío.
El tío de Inés se debatía entre mirar a su sobrina a los ojos y mirar el charco de vómito que le dejó en la alfombra.
— ¿Qué pasó, pues? — preguntó el tío.
— ¿Quién es mi papá? — quiso saber Inés.
Cuando vio en los ojos de su tío que no le iba a decir nada, volvió a salir corriendo.
Inés mete la llave quedito, procurando no hacer ruido, no quiere volver a entrar a casa pero a veces unx se queda sin lugares a dónde huir.
—¿Dónde andabas? — Preguntó mamá al verla entrar —son las 2 de la mañana.
—Con mi tío Rubén — respondió Inés.
—Hueles un chingo a alcohol y traes arañazos en los brazos.
—Los árboles de la panorámica abrazan muy fuerte, duele mucho, pero escuchan cuando no hay nadie que abrace ni escuche, aparte la vista está bonita.
—Perdón por lo que dije hace rato.
—Fuiste honesta.
—Tú también.
—No, mamá.
—Me marcó tu tío, me dijo lo que le preguntaste.
—¿Y me vas a responder eso?
—Pues ya ni modo.
—Ah.
—Lo conocí en una fiesta, tu abuela acababa de morir ese día, así que le hice como tú, salí corriendo a ver si así se me olvidaba que dolía; me encontré un grupo de gente que había visto de lejos por amistades en común, estaban planeando ir a un evento de eso del 14 de febrero, así que me les pegué, estando ahí, viendo a los demás besarse y pensando en mi mamá, me sentí terriblemente sola, así que me encerré en el baño con el primer wey que me encontré, no le pregunté su nombre y no lo volví a ver, nueve meses después naciste tú.
—¿Por eso soy Libra?
—¿Qué?
—O sea que vivo cayéndome a pedazos porque a ti se te ocurrió revolcarte con un desconocido.
—Si lo quieres ver así es un asunto muy personal tuyo, uno tiene la culpa de lo que le pasa y lo sabes, aparte, tú ni tienes nada, nomás te haces wey
—Ojalá tuviera una mamá normal, no una enferma, como yo.
—PUES PERDÓN POR SENTIRME MUERTA SI NO VIVO AL LÍMITE.
—Te perdono, mamá.
Mamá llora e Inés se aguanta las lágrimas
—¿Y ahora qué? — pregunta mamá.
—No sé, pero al menos tenemos un comienzo.