La Tallera. Escuela Crítica de Arte
Todas las artes viven de palabras. Toda obra
exige que se le responda: y una «literatura»
escrita o no, inmediata o meditada, es indi-
visible de lo que impulsa al hombre a crear, y
de las producciones que resultan de ese ex-
traordinario instinto.
Paul Valéry
La crítica es un estado de crisis, una oportunidad para abandonar viejos paradigmas y establecer otros nuevos; es un acto infiel a lo colectivo y a las propias creencias. Implica hacer distinciones finas y análisis responsables, pero también es un modo y una posibilidad para reflexionar sobre la sociedad, el arte y la relación de ambos en el presente.
A finales del año pasado arrancó el programa piloto de Estudios en Crítica de Arte en La Tallera, Proyecto Siqueiros. Museo vivo, ubicado en Cuernavaca, Morelos, es un espacio que desde el 2012 se encarga de generar y fomentar encuentros entre el arte moderno y contemporáneo a través de exposiciones temporales, talleres, conferencias, visitas guiadas y otras actividades culturales.
La idea de crear una escuela de crítica de arte surge de la crisis que esta práctica atraviesa, no sólo en México, sino en otros países latinoamericanos, debido a la ambigüedad de entramados críticos y teóricos. En palabras de Christian Viveros-Fauné, crítico y curador chileno, esto deviene en parte del relativo subdesarrollo de los sistemas del arte en América Latina y del colapso de la teoría posmoderna. Y es que el concepto de latinoamericaneidad o búsqueda de una identidad común, aunado a las crisis económicas, se fue erigiendo en la dialéctica entre el retorno a las raíces, la fascinación e imitación por lo ajeno o extranjero y la aspiración al cosmopolitismo, en yuxtaposición a la dependencia económica con países europeos o América del Norte y a la integración nacional fragmentada en varias comunidades.
El programa de La Tallera es el único en el país que se centra en recuperar la pedagogía de la escritura, pues trabaja tres conceptos fundamentales: enseñar, aprender y reflexionar; explora mecanismos cognitivos y perceptivos del ver, todo representado a través de la escritura. El objetivo es alimentar y posicionar la lectura y redacción dentro del arte contemporáneo con el fin de fortalecer una identidad al activar el pensamiento a favor del sistema artístico iberoamericano, quizá porque es una de las regiones lingüísticas más grandes y culturalmente más cohesionadas. Y, aunque existen diferencias, a veces notables, no llegan a ser tan profundas como para impedir la comunicación entre hablantes de las regiones que configuran este territorio.
Los estudios están dirigidos y desarrollados por la directora de la Sala de Arte Público Siqueiros y de La Tallera, Taiyana Pimentel, junto con un crítico internacional invitado, el cual cambiará cada año. Esta estructura organizacional permite a la escuela transformarse continuamente, de manera que su proceso y evolución responderá a necesidades específicas del entorno e intereses del presente. El programa, de hecho, se desvincula de lo académico para adoptar una estructura no tradicional, con la finalidad de ofrecer a los docentes y alumnos mayor libertad y flexibilidad para crear. El aprendizaje funciona gracias a talleres de trabajo intensivo; cada programa anual tiene una duración de tres semanas. Durante este periodo los alumnos escriben y tallerean textos ocho horas diarias, de lunes a sábado, complementándolos con lecturas y debates. El domingo lo destinan a realizar actividades como visitas en grupo a centros culturales e instituciones de la Ciudad de México y Cuernavaca.
En su primera edición, la escuela contó con un cuerpo instructivo excepcional. Todos ellos forman parte de las sinergias del Arte Contemporáneo Latinoamericano. Miguel A. López, crítico y curador peruano, fue el invitado internacional para desarrollar el programa con Taiyana Pimentel. El grupo docente estuvo compuesto por Mari Carmen Ramírez, curadora Wortham de Arte Latinoamericano y directora del International Center for the Arts of the Americas (ICAA, Centro Internacional para las Artes del Continente); Gustavo Buntinx, historiador de arte, crítico y curador fundador de Micromuseo, propuesta museológica alternativa creada en respuesta a la escasez museal en Perú; Cuauhtémoc Medina, crítico de arte, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y actual curador en jefe del Museo Universitario Arte Contemporáneo, y Osvaldo Sánchez, curador, crítico e investigador de arte mexicano y latinoamericano. Además, contó con la participación de una de las voces de crítica de arte latinoamericano más importantes actualmente: Gerardo Mosquera, quien estuvo a cargo de la conferencia magistral sobre la Bienal de La Habana, centrada en las negociaciones políticas que implicó su fundación.
Hay que mencionar que gracias al apoyo del Instituto Nacional de Bellas Artes, la Asociación de amigos de La Tallera y, en específico, a Eloisa Haudenschild, coleccionista argentina y financiadora activa de arte contemporáneo chino y latinoamericano, el programa de Estudios en Crítica de Arte de La Tallera cuenta con un plan de financiamiento para los alumnos, que otorga becas del cien por ciento a todos los admitidos. Éste
incluye alojamiento durante la estancia, alimentación, transporte y materias. A cambio, los alumnos se comprometen a entregar, al final del curso, un texto crítico que hayan desarrollado sobre arte latinoamericano.
Se planea que la escuela reciba anualmente a doce personas interesadas en trabajar con críticos contemporáneos latinoamericanos, que hayan trabajado en la resignificación de las categorías de la tradición crítica latinoamericana. Pero, ¿a qué necesidad responde un proyecto como el de la Escuela de Crítica de La Tallera, en relación con la crisis a la que se refiere Christian Viveros-Fauné? El programa de Crítica de Arte es síntoma de las transformaciones que el arte latinoamericano frecuenta debido a cuestiones de representación en la escena local e internacional. Además, es una vía de resistencia a tal crisis que se entiende como proceso para darle un giro a la situación y aprovechar este momento para proponer y crear nuevas formas de concebir la «latinoamericanidad».
Primero, porque ofrece la posibilidad de revisar y analizar los fundamentos en los que se han modelado las teorías afines, en torno al desarrollo del arte iberoamericano del siglo XX y años posteriores, sobre todo aquellos en los que se construyeron los paradigmas, aún vigentes en la actualidad, a partir de los años setenta, periodo trascendental en el que surgió la teoría social moderna latinoamericana del arte, basada en las ciencias sociales, en el proceso de modernización de los territorios latinoamericanos y en explicaciones sobre los fenómenos que estaban sucediendo durante ese periodo. Segundo, por su intención de formar nuevas voces. Los alumnos se dan la oportunidad de reflexionar y repensar las teorías históricas, políticas, sociológicas, filosóficas y de investigación desde distintas perspectivas y territorios. Ellos son testigos que saben, se interesan, crean y se sienten capaces de adoptar una postura crítica ante los paradigmas ya establecidos. Lo cual es pertinente, ya que muchos de ellos se erigen sobre miradas aledañas y basan su trabajo en la dualidad centro-periferia, teorías que se construyeron sobre problemas del subdesarrollo y la dependencia. Tercero, porque la propuesta parece tener el potencial y la capacidad de aportar las herramientas adecuadas y las bases intelectuales necesarias para el desarrollo de la escritura crítica de las artes y otras disciplinas relacionadas. Esto se evidencia en el grupo de personas involucradas en el proyecto, pero habrá que estar pendientes de las futuras ediciones para poder afirmar lo dicho.
El proyecto ya es un hecho y no queda más que apoyarlo y fomentar que existan más propuestas así, tanto en nuestro país como en otras regiones del subcontinente. Especialmente ahora que el arte latinoamericano, desde hace más de veinte años, ha adquirido mayor atención y circula más como consecuencia de la incursión de coleccionistas, tanto privados como públicos, curadores, investigadores y expertos latinoamericanos de distintas disciplinas en la esfera artística internacional.