Espero te atragantes con el Niño Dios de la rosca
Querido Santa,
Cada día tu navidad me derrota,
cada minuto que paso en centros comerciales,
con villancicos hasta la corona
como la corona que mi familia colgará en el umbral.
Igual que todos los años.
He sido buenx
porque he soportado ya meses
de tus canciones vacías
sin levantar una sola queja.
He sido buenx
incluso si me dediqué a agitar Coca-Colas
en tus tienditas transnacionales
todo el año.
Pero no me pidas más
porque me duele ver
como se nos va diciembre
bajo el yugo de tus empalagosos
osos polares y carros alegóricos
que no necesitan desfile para marchar.
He sido buenx, he pasado
tantos diciembres ya sin suicidarme
aunque he escuchado
es la mejor época para hacerlo.
Aunque el mundo entero anuncie tu pronta llegada
faltan todavía dolorosas semanas
que de bueno tienen solo el ponche con piquete.
Todavía hay tiempo de prevenirte:
No visites mi diminuto apartamento,
no porque tenga pena
de que veas para lo que mi salario alcanza,
es recomendación:
te estaré esperando con el Arco de Diana,
he estado practicando mi puntería.
No vengas porque llenaré mi techo de cristales rotos
y si tuviera chimenea la dejaría encendida.
Ya no estoy para que hombres viejos me vean dormir
sin que les dé permiso de nada.
No vengas porque llamaré a la policía
y juré que nunca les pediría nada.
No vengas porque ya me cansé de ser buenx.
¿Quién le trae regalos a lxs anarquistas,
a lxs grafiterxs, a lxs niñxs sin agua en Chiapas
que en cambio toman Coca-Cola para hidratarse?
No vengas, pero si decides venir
te pido de navidad que re-evalúes
tu postura política.
Ya no engañas a nadie,
el neoliberalismo te ha hecho engordar de más.
Pero si me vas a traer más carbón
para alimentar la hoguera
de tu diabólica industria,
espero que te atragantes
con el Niño Dios de la rosca,
para que sepas qué se siente
que las festividades no te dejen respirar.