Creepypasta y el terror de internet
El género de terror no ha parado de evolucionar: aquello a lo que el ser humano le teme no ha sido siempre lo mismo y, aunque algunos miedos se han mantenido consistentes, otros nuevos han surgido en la mente de las personas.
El progreso tecnológico viene acompañado de temores. Un ejemplo muy claro es la creación de Arthur Conan Doyle: Sherlock Holmes. Si bien las aventuras de Holmes no pueden considerarse dentro del género de terror, sí reflejan los miedos de su época; se dejó de temer, aunque no del todo, a las abominaciones que acechaban en la oscuridad, y los monstruos pasaron a ser los seres humanos mismos.
Como dije antes, con la innovación vienen los miedos y la era digital no fue diferente. Los nuevos héroes son los hacktivistas, los nuevos monstruos son los hackers que te pueden observar sin que te des cuenta y príncipes nigerianos que con un click pueden robar los ahorros de toda tu vida. Pero no solo los temores evolucionan con el tiempo, también el formato en que se plantean y su manera de distribución.
Con el internet, que es el medio masivo de comunicación más grande, llegó la posibilidad de que los contenidos se hagan virales de forma nunca antes vista, y aquí es donde entran los creepypastas.
Creepypasta tiene su origen en otra palabra: copypasta, que viene de copy and paste (copiar y pegar). Son bloques de texto escritos generalmente con intención cómica y que otras personas copian y pegan en redes sociales y foros de internet; algunos ejemplos muy conocidos son el copypasta de Navy Seal y su versión latinoamericana de Richi Phelps. La variación entre el copypasta y el creepypasta se da en que el creepypasta no tiene una intención humorística; más bien busca provocar terror en el lector, de ahí el creepy en el nombre.
Hay tantos creepypastas que sería imposible tener un registro de todos los que se han escrito y apelan a diferentes audiencias. Se transmiten de la misma manera que un copypasta y dependen de los usuarios para llegar de una computadora a otra. De acuerdo con la académica Sandra Sánchez en su artículo “Netlore: leyendas urbanas y creepypastas”, el creepypasta presenta rasgos de la leyenda urbana y muchos de ellos son adaptaciones de las ya mencionadas, pero también una buena parte de ellos son relatos originales y representan los miedos de la actualidad, como aquellos que hablaban de la carne de rata en McDonalds o las jeringas con SIDA escondidas en lugares públicos cuyo origen se puede rastrear a cadenas de correos electrónicos.
A pesar de todo esto, son los creepypastas que hablan de temores más sobrenaturales los que destacan entre el resto. A continuación trataré algunos ejemplos y cómo encajan en la actualidad.
La historia del éxito de Slenderman es un ejemplo claro de lo viral que puede llegar a ser un creepypasta. No solo lo conocen la mayoría de los internautas, sino que ha trascendido la leyenda y se ha reproducido en diversos formatos, como videojuegos e incluso una película que se lanzó en el 2018. Sorprendentemente, el origen del Slenderman no fue un bloque de texto, sino un concurso de photoshop donde uno de los participantes (Eric Knudsen) incorporó la criatura en una serie de fotos que se harían virales y comenzarían la leyenda de la figura delgada. Slenderman, aunque no se originó a través de texto, comenzó a generar una leyenda que crecía conforme los internautas interactuaban con ella; cada uno le añadía algo o le quitaba algo a la hora de tratar su historia e incluso comenzaron a darle una historia de origen, alimentando esta abominación hasta el fenómeno mediático que llegó a ser.
Ben Drowned es otro creepypasta bastante conocido que representa una especie de subgénero dentro de estos relatos de terror creados por los internautas. Este subgénero, aunque no se puede etiquetar con una palabra, abarca creepypastas que se basan en videojuegos para crear historias aterradoras.
El caso de Ben Drowned narra la historia de un joven que compra un cartucho viejo de “The Legend of Zelda: Majora’s Mask” en una venta de garaje y, al intentar jugarlo, el videojuego no funciona como se supone que debería. Comienzan a suceder cosas extrañas dentro del juego: diálogos espeluznantes, personajes apareciendo en secciones donde no deberían estar y la banda sonora del juego distorsionada de tal forma que le hiela la sangre al protagonista. En resumen, se trata de un cartucho de juego embrujado por el fantasma de un niño llamado Ben que, deduce el protagonista por las pistas dentro del juego, se ahogó.
Ben Drowned pertenece a una serie de creepypastas que se enfocan en juegos con efectos mortales o cartuchos de juegos malditos, en ejemplos similares figuran Sonic.exe, Super Mario 64 y Mr. Mix. Este tipo de creepypasta no buscan el terror de criaturas que acechan en los bosques como Slendeman, sino que toman figuras de la cultura pop como Mario, Sonic y Link y los distorsionan para provocar miedo en el lector. Algunos otros casos similares que no involucran videojuegos son Suicide Mouse que habla un supuesto corto en blanco y negro de Mickey Mouse que mostraba al famoso ratón deformándose en una figura mórbida y podía provocar el suicido y Squidward’s suicide, el relato de un supuesto interno de Nickelodeon con un contenido similar al de Suicide Mouse.
Como último creepypasta que me gustaría mencionar está Smile Dog, la historia de un estudiante universitario que está investigando el fenómeno alrededor de una imagen llamada smile.jpg. Según narra la historia, había una leyenda urbana detrás de la imagen que se decía podía causar epilepsia, ataques de ansiedad y pesadillas de forma permanente y la única manera de deshacerse de esta suerte de maldición era esparcir la imagen. La relevancia de este creepypasta es que esta supuesta imagen maldita parece alimentarse del internet como medio masivo. De hecho, en un momento, el relato cuenta cómo esta imagen se distribuía a través de cadenas de correo con la leyenda “SMILE!! GOD LOVES YOU!”
Ya sea a través de imágenes retocadas por computadora, videojuegos, figuras de la cultura pop o correos spam, pareciera que los creepypastas apelan al mundo moderno, al internet y las nuevas formas de entretenimiento. La evolución del terror en los últimos años ha creado nuevas narrativas de aquello a lo que le teme el ser humano y se ha trasladado desde el internet a otras plataformas como el cine con la película Unfriended (2014). Al final del día, el horror está en todas partes y el creepypasta ha sido un paso más en la evolución del mismo, su transferencia al mundo digital, la nueva forma de la leyenda urbana y la tradición oral. Con el creepypasta en vez de sentarse alrededor de la fogata a contar historias de terror, basta con un teclado, un clic y una red social o foro de internet para transmitir el miedo.