Sin La Chilindrina a sus espaldas, es decir, sin el vestidito verde, el suéter rojo al revés, los lentes, el cabello de colitas y las pecas en las mejillas, la actriz María Antonieta de las Nieves, enfundada en riguroso y elegante negro, le dijo al público presente: “¿Quién no recuerda con una carcajada la cara de Ramón Valdés?”.