Tierra Adentro
Red de Mujeres Afrodescendientes CDMX (RMACDMX)

Recuperar la cultura del país tras la colonización, ha sido posible a través de incontables diálogos con distintos pueblos originarios. Aún en el presente multicultural, falta escuchar a las identidades que han sido restringidas durante 500 años de la memoria social del país: las personas afromexicanas.

Los testimonios y relatos orales de la cultura afro en México explican las diferencias que marcan los estereotipos raciales. Para Denisse Salinas, de 28 años, quien se reconoce como afromexicana, el viaje de su identidad comenzó en su niñez. “Con los años entendí que detrás de mi color de piel y mi contexto había una historia de esclavitud y etnocidio. Abracé mi negritud a los 18 años, cuando ya vivía en la CDMX”.

El pasado del que habla Denisse estuvo marcado por el colonialismo que esclavizó a pueblos libres en México y África. Los vestigios de esta historia son los pueblos afromexicanos como el que habita en la región de Costa Chica, en la costa Pacífica de Oaxaca, cuyos ancestros fueron llevados como esclavos desde África, en el siglo XVI.

Además de los testimonios que Denisse escuchó en su familia y las visitas al pueblo de su madre en Puerto Escondido, los antecedentes históricos contribuyeron en el primer acercamiento que tuvo con su identidad afro. Este proceso ha sido aún más prolongado a nivel colectivo, y se mantiene hacia una inclusión en distintos ejes de la vida pública.

 

El camino a la inclusión 

Si bien la diversidad cultural ha avanzado a nuevas comunidades, las personas afrodescendientes han sido de las últimas en ser contempladas por las instituciones estatales. Apenas en agosto del 2019 entró en vigor la reforma del artículo 2° constitucional, con la cual se reconoce a las comunidades y pueblos afromexicanos como parte de la composición pluricultural de la nación.

Un resultado que habría sido imposible sin las acciones de los colectivos como la Red de Mujeres Afrodescendientes CDMX (RMACDMX). “Tras 25 años de lucha de los pueblos afroamexicanos se obtuvo el Reconocimiento Constitucional en 2019, por medio de talleres de sensibilización, en los que se ha hablado de nuestra historia, cómo llegamos a este lugar y en qué condiciones, fortaleciéndose con ello nuestra identidad”.

A la lucha se suman los esfuerzos de los científicos sociales. De acuerdo con el artículo “Personas afrodescendientes y afromexicanas”, elaborado por el INEGI (2021), surgieron algunas investigaciones que buscaban destacar la existencia de estas comunidades. Gonzalo Aguirre Beltrán, cirujano y antropólogo, publicó en 1958 Cuijla, Esbozo etnográfico de un pueblo negro (México, FCE), obra que describió la historia y forma de vida de los habitantes en esa región.

Sin embargo, fue hasta 1987 que se formularon propuestas para continuar con los registros de los conocimientos sobre la población afromexicana. El Programa Nuestra Tercera Raíz, dependiente de la Dirección de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, financió proyectos de promoción cultural en el municipio de Cuajinicuilapa, Guerrero.

En 1994 la UNESCO comenzó el proyecto “La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad, patrimonio”, que denunció la trata de personas afro y la esclavitud que provocó estereotipos raciales en la sociedad moderna. Para 1997 la Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS) crea el seminario “Población de origen africano en México”, dirigido por las antropólogas María Elisa Velázquez y Ethel Correa, quienes han reunido a investigadores de la cultura afromexicana.

Tuvieron que transcurrir más de dos décadas para que en 2020, el INEGI decidiera incluir a la población afromexicana. En el censo de ese año, 2.5 millones de personas hallaron una consulta con la que podrían definir parte de sus raíces: Por sus costumbres y tradiciones, ¿se considera usted afromexicano, negro o afrodescendiente?

La RMACDMX considera que la pregunta étnica es una de las consecuencias de la lucha de varias organizaciones. Con dos años de actividades, la RMACDMX comprende que aún hay trabajo por hacer, “ahora estamos en espera de que se diseñen las políticas públicas que deben atender nuestras necesidades”, como el programa Nacional de Juventud 2021-2024, que tiene el objetivo de disminuir la discriminación hacia las personas afromexicanas. El próximo peldaño pendiente por alcanzar.

 

Racismo y estereotipos, obstáculos del autorreconocimiento

“Cuando escuché la consulta del INEGI -admite Denisse- sabía que iba a estar incluida, y yo ya había pasado por mi proceso de autorreconocimiento”. Esta retrospección es imprescindible para hallar una identidad, y en opinión de la RMACDMX representa el paso más difícil en la vida de las personas afromexicanas.

“Es difícil reconocerse entre el racismo estructural que predomina en nuestro país; según las historias contadas por nuestros hermanos y hermanas, todas hemos pasado por este sentir y para cada una el proceso ha sido distinto”, externa la RMACDMX la experiencia que ha tenido en los tres encuentros de mujeres afrodescendientes, hasta el año pasado.

Los estereotipos raciales han coartado a las personas para formar parte de esta comunidad sin recibir agresiones. “Se habla tanto de que las personas afrodescendientes somos flojas, violentas, delincuentes y asesinos”, denuncia la Red.

En las vivencias cotidianas de Denisse, también aparecen comentarios similares. “Cuando he salido de la dinámica de esta realidad a la que pertenezco, soy leída de otra manera: a veces extranjera, a veces india”. Denisse cuenta que para algunas personas es exótica, y suele escuchar “qué rico tu color de piel”, que “seguro bailas muy bien, llevas el ritmo en la sangre”.

La normalización de estas expresiones conforma una imagen negativa de los afromexicanos, cuya permanencia en la memoria colectiva seguirá intacta si las dinámicas racistas son reproducidas en distintos núcleos sociales como la familia y las escuelas. Mientras tanto, las personas afro serán violentadas por los estereotipos.

“Me sentí expuesta y juzgada por algo que no puedo cambiar y con lo que nací”, continúa Denisse, quien recuerda cómo tuvo que pasar horas encerrada en un baño para evitar que la tía racista de una amiga no hiciera un escándalo. Al salir, la mamá de uno de los amigos de Denisse, la miró con preocupación y con tono lastimero preguntó a la joven por qué se había asoleado tanto.

La forma en que la RMACDMX se enfrenta al racismo es a través de la concientización del manejo ideológico que “nos mantiene separadas, en contraposición a la diversidad humana que es enriquecedora y libertaria”. Esto las ha llevado a una dignificación y empoderamiento como mujeres afrodescendientes, y han constituido una “Red para fortalecer nuestra identidad y llevar a cabo acciones que contribuyan a la eliminación de la discriminación”.

Además emiten una serie de acciones que persiguen el mismo fin:

* Asumir nuestra afrodescendencia con dignidad y orgullo.

* Realizar trabajo de desarrollo personal y autoconocimiento para fortalecer nuestra identidad y autopercepción.

* Crear espacios seguros de escucha y contención para mujeres afrodescendientes que lo requieran (crear la Casa de la Mujer Afrodescendientes en la CDMX1)

* Los libros oficiales deben contar nuestra verdadera Historia, y todo mundo debe conocerla.

* Llevar a cabo acciones con el fin de eliminar la discriminación y el racismo, como campañas nacionales, no sólo para los afrodescendientes, sino para todos los mexicanos.

* Emitir denuncias ante las instituciones correspondientes sobre los posibles casos de racismo y documentarlas.

* Educación con perspectiva de género en todo ámbito, desde casa, escuela, trabajo, instituciones, funcionarios y comunidades.

Respecto a la última recomendación, la Red muestra una alerta enfática, pues reconoce que la actualidad desborda “malos tratos, invisibilización, humillaciones, violaciones, discriminación y explotación hacia las mujeres”. Las vejaciones del sistema patriarcal.

 

La violencia de género

Conforme al INEGI, hay 2.5 millones de personas afrodescendientes, de las cuales el 50.4% es mujer. El censo 2020 apunta a un analfabetismo mayor en estas comunidades con una tasa del 18% y en el caso de las mujeres la cifra es de 19.6%, mientras que la media nacional es de 4.7%. En cuanto a la población económicamente activa, solo 25% de las afromexicanas pertenecen a este rubro.

Sin acceso a la educación ni a una economía autosuficiente, las mujeres afro enfrentan un sistema desigual y viven expuestas a la violencia de género. No hay una base de datos que registre el feminicidio en este sector que, en algunos casos, es víctima de abusos que no denuncia debido a la educación machista.

Desde la RMACDMX, se crean redes de apoyo “entre hermanas”, con el propósito de exponer los diferentes contextos de las habitantes en la CDMX y las de Guerreo y Oaxaca. Durante el segundo encuentro de mujeres afrodescendientes, se unieron “hermanas provenientes de Colombia, Chile y Brasil”, para dialogar sobre la etnoeducación y feminicidio.

“En los estratos sociales el ser mujer afrodescendiente es estar en el nivel más inferior de la escala, y es justamente aquí donde emergemos con orgullo”, expone RMACDMX la perspectiva racista a las que se han enfrentado, además de la erotización de sus cuerpos; una constante que incluso la primera senadora afromexicana, Celeste Sánchez, ha denunciado como una de las causas principales de abuso sexual.

También existe un racismo estructural que afecta en el acceso a la salud de las mujeres afro, pues la pandemia por COVID-19 ha puesto en evidencia la falta de datos respecto a la proporción de personas afromexicanas afectadas por la enfermedad, similar al desconocimiento en materia de feminicidio en este sector.

La RMACDMX responde a este problema con “campañas, conversatorios, encuentros, trabajo comunitario, la creación de espacios de conciencia y fortalecimiento afro en alianza con otras hermanas desde la virtualidad y en lo presencial”, enfocados a eliminación de estereotipos, la cosificación y exotización de los cuerpos de las mujeres negras.

“En esta Red entendemos que además de ser sororarias, somos resilientes, sensibles, vulnerables; pero también poderosas por habitar este planeta, porque este es el conocimiento que estamos recuperando de nuestras abuelas y de nuestros ancestros”, declara la intención que vislumbran en el colectivo. También plantean que diseñarán políticas para que la vida florezca y el arte se manifieste.

Una de las acciones prioritarias de la Red también es informar a la población de sus propios derechos, porque en algunas comunidades afrodescendientes las mujeres viven bajo el yugo patriarcal. Además de puntualizar cuestiones como el tipo de racismo de género, el racismo estructural, la discriminación, violencias de género y disidencias.

 

Soy porque somos

Denisse narra una historia que escuchó en la Costa de Oaxaca, un relato fantástico para explicar por qué hay afros en el estado. Según cuentan, un barco lleno de africanos esclavizados naufragó frente a esta costa y los sobrevivientes escaparon tierra adentro, sus descendientes aún viven aquí.

La realidad es más brutal, pues se trataba de personas esclavizadas que llegaron a trabajar como vaqueros en las haciendas de la costa, miles de africanos de distintos orígenes, de diferentes tribus y culturas llegaron contra su voluntad, “como mercancía, despojados de su humanidad”, evoca Denisse un paso que forma parte de su identidad.

Desmitificar los orígenes de la cultura afro en México es una meta a la que apunta la RMACDMX. Por medio de los diálogos que han entablado con otros colectivos se esboza un intercambio de conocimientos y herencias que exponen en encuentros digitales y campañas de comunicación dirigidas a la población en general.

“Las personas afrodescendientes –manifiesta la RMACDMX- tenemos una cultura que está viva, expresada a través de nuestras danzas, música, comida, vocabulario, ritos, tradiciones y cosmovisión en general”. Asegura que estas prácticas son parecidas a las de otras poblaciones afros en distintos países. “Es necesario difundirlas para contribuir al saneamiento de la humanidad y a la pervivencia de nuestra madre tierra”.

El conjunto de las herencias culturales en estas comunidades no solo ha permitido llegar a reconocimientos institucionales, sino a uno social tanto en las urbes como en los estados alejados de la CDMX, con otros contextos. En el caso de la RMACDMX, esto se ha logrado con actividades que visibilizan a la población afro en México y en diversos países de América Latina.

“El ganar espacios para nuestras voces y resistencias, es solamente un paso más en esta lucha que por supuesto”, explica la Red, y reconoce que los encuentros que ha coordinado en pandemia son los motivadores para contar la historia de aquellos que llegaron antes que ellas, y “enfatizar que las personas afrodescendientes estamos en todo el territorio mexicano, lo habitamos y lo resignificamos”.

¿Cómo los colectivos afromexicanos ha despertado la empatía de las personas?, la respuesta está en la consigna del Ubuntu: Soy porque somos. Es la dinámica social que RMACDMX fomenta, porque parte desde la experiencia de mujeres negras, afrodescendientes, afromexicanas y migrantes.

La lucha por la visibilización también implica un acto autorreferencial, una vivencia con la cual se identifica la cultura que forma parte de un individuo y su identidad. Es un reconocimiento transpersonal, por lo tanto, colectivo.

El proceso puede ser complicado por los juicios racistas, pero llega a un final catártico del que Denisse ofrece su testimonio: “el abrazar mis rasgos y reconciliarme con ellos me permitió ver más allá de mi individualidad, ver que no era la única que sufría por estereotipos raciales, las verdaderas herencias de la esclavitud, en la que muchos países y naciones fueron cómplices”.

Foto de RMACDMX

Foto de RMACDMX

 

 

Referencias:
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160410_cultura_mexico_comunidad_negra_discriminacion_wbm

https://inah.gob.mx/boletines/8509-analizan-alcances-y-retos-del-reconocimiento-constitucional-a-comunidades-y-pueblos-afromexicanos

https://es.unesco.org/themes/promocion-derechos-inclusion/ruta-esclavo

https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/afromexicanos-nuestra-tercera-raiz

https://elpais.com/sociedad/2020-03-02/mexico-pregunta-por-primera-vez-sobre-la-poblacion-negra-y-afrodescendiente.html

https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5639897&fecha=31/12/2021

https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5592205&fecha=23/04/2020

https://www.contrapesociudadano.com/tercer-encuentro-de-mujeres-afrodescendientes-de-la-cdmx/?fbclid=IwAR1suI9rxY1Nu_Ez0wyWN2aRj1zoZfvnpdDBwZqzHfm0N0A-M_qjaA9E4_o

https://www.gob.mx/inmujeres/es/articulos/mujeres-afromexicanas-historias-de-lucha-y-resistencia?idiom=es

https://elpais.com/mexico/2021-11-19/celeste-sanchez-la-primera-senadora-afromexicana-la-mayoria-de-las-victimas-de-feminicidio-son-mujeres-racializadas.html

https://genero-covid19.gire.org.mx/tema/mujeres-indigenas-y-afromexicanas/

https://copred.cdmx.gob.mx/storage/app/media/Personas-Afrodescendientes-y-afromexicanas-2021.pdf

https://www.semujeres.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/llama-semujeres-proteger-derechos-de-mujeres-afromexicanas

https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2018/12/P3B109.pdf

  1. Debido al decreto de austeridad del 23 de abril del 2020, se detuvo la construcción de las 35 sedes de la Casa de la Mujer Indígena, espacios en donde las mujeres indígenas y afromexicanas brindan atención a otras mujeres.