SAFO EXTRAÑA SU VIRGINIDAD
Quizá sepa Safo que nadie
le quitó nunca nada
que ella no pudiera reemplazar
nada más que eso:
un estado del cuerpo
al que no se vuelve
la virginidad es como
un acto de habla
un día está y otro ya no
y nada puede hacer
que volvamos a ese estado
no de pureza
de soledad.
En una época donde la incertidumbre es el manto que nos envuelve cada mañana frente a nuestros dispositivos, no resulta extraño que pensemos en la solvencia del tiempo, en el ocaso de nuestra vida.