Si bien la literatura infantil empezó a ser objeto de atención y de cultivo en México a raíz de la fundación del Centro de Información y Desarrollo de la Comunicación y la Literatura Infantiles (más conocido como CIDCLI) y de la realización, en el Auditorio Nacional, de la primera Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, su popularidad crece desde comienzos de los años noventa, cuando se funda la colección A la Orilla del Viento, bajo el sello del Fondo de Cultura Económica.