A Jacobo Sefamí
He recorrido con la mirada el brillo sedoso/ de las flores y sin embargo no he sido capaz de acercarme al/ misterio floral de tantas muertes, las muertes que alrededor/ de la Estación Panteones, y con la muerte culminante,/ en ese momento, del hijo de mi amigo, me hacían sentir/ coronado por una forma tangible del sufrimiento.