I
Por la noche
después de acostar a mi hija
pienso en los perros
en un documental que estuvimos viendo una tarde
la primera vez que ella probó sándwiches de cajeta
los lobos menos agresivos
fueron domesticados por los hombres
tuvieron comida segura
y sus crías dormían cerca del fuego
los lobos que mordían la mano del hombre
fueron sacrificados
y los lobos cada día se parecían
menos
a sí mismos
algunas noches pienso en esto
algunas noches mi hija piensa
que ciertos árboles deberían ser posibles
hemos sembrado botones y Tutsi Pop
no pierdas la paciencia
le digo
recuerda que los perros eran lobos
II
Quizá me acerque
al número 50 de mudanzas
si algo
he podido enseñarle
a mi hija de seis años
es que no hay nada permanente
así que amamos mudarnos
como otros aman los domingos en la playa
Amamos conocer gente nueva
y la incertidumbre
que es un dulce que poco a poco perderá
su sabor
hasta la nueva mudanza
Quizá nosotras
a diferencia de otras personas
tememos que un día ya no haya más cambios
Confiemos en que algo como eso
es imposible
III
Mi bebé duerme gran parte de la mañana
me preparo el café con cubitos de hielo
no estoy de buen humor
en todo caso
no estoy despierta
Si tuviera fuerzas
pondría a mi bebé en su carrito
y saldríamos a caminar
Pienso: Sol
blanco sol inclemente
Corro las cortinas
A esta hora de la mañana soy un ama de casa triste
Debo ser demasiado tonta
para no poder disfrutar
que estoy en casa
que escribo
junto al burrito rojo que los reyes magos
trajeron hace tiempo
Hace unos días
trabajadores de la constructora
encontraron un cráneo en una bolsa negra
el cráneo estaba barnizado y decorado
Este es un fraccionamiento
todas las casas son blancas
con pórticos de color ladrillo
ventanas corredizas y protectores
La mayoría de las casas
se encuentran vacías a esta hora
Son pocas las mujeres de hoy que pueden ver
a su hijo de tres meses dormir
en este fraccionamiento donde trabajadores
siguen levantando casas idénticas
para la multitud que desaparece el día entero
Gente que decora cráneos
que más tarde tirará en una bolsa negra
a mitad de la nada
A esta hora del día
escribo
sobre el aislamiento
IV
Resulta obvio que seamos
una generación que le teme a las oficinas
Nuestros padres trabajaron como locos
si alguien moría ellos seguían trabajando
si había un niño enfermo
había que trabajar más
Incluso en casa trabajaban
el día entero y con ello
es probable
que quisieran heredarnos la pasión
por el trabajo
sin darse cuenta de que corrían frente a nosotros
una película de miedo donde la ausencia
era un fantasma que podía tomarte del cuello
encontrarte bajo las sábanas
burlarse de ti
Resulta obvio que odiemos
las calles imposibles
la noche imprevista
donde la gente abandona en bandadas
oficinas
tiendas departamentales
En casa
la mesa tiene frutas amarillas que.