11. Ritual de juegos efímeros (Poesía)
Autor: Lizbeth Padilla
1991, 104 pp.
“El vértigo es la sal que derrama mi boca” escribe —en una suerte de trance— Lizbeth Padilla. En esa frontera, su poesía quiere ser una profunda incisión en la experiencia; una desgarradura que une y separa a la realidad y el deseo, esos amantes enemigos. Hay en este Ritual de juegos efímeros un continuo desdoblamiento como si la poeta se plantara frente al espejo del tú para explicarse mejor a ella misma. Para Lizbeth Padilla la poesía puede ser tabla de salvación siempre que roce las aristas de una sensibilidad crispada, nodriza del delirio. Los poemas que componen este Ritual de juegos efímeros se tienden hacia nosotros como flechas certeras, disparadas por el arco verbal de una poeta en pleno dominio de su oficio.
Jorge Esquinca