Revista Tierra Adentro núm. 84
Las regiones de México: El Noroeste
Febrero-marzo de 1997
80 pp.
Iniciado hace justamente un año en el sureste de México, el recorrido de Tierra Adentro por la geografía cultural y artística del país llega a su fin, hoy, en el noroeste de la República. De punta a punta de nuestro territorio, de un extremo al otro, concluye el viaje —en siete etapas, siete números poco más de un año— al que fue invitado el lector.
Como todo viaje, por largo y espacioso que sea, éste no agotó, —nunca se lo propuso— lo que en cada región es digno de conocerse. Tampoco pretendió establecer que lo era en mayor grado. Buscó únicamente ser una aproximación a la actualidad cultural de los estados y las regiones en que éstos confluyen, hecha del quehacer de generaciones distintas, tradiciones diversas, acontecimientos, memorias y celebraciones: el panorama siempre cambiante y siempre vivo, que es la justificación de toda página periódica, de las revistas y los suplementos.
Este número dedicado a los estados de noroeste de México —Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora— no es la excepción sino la confirmación de este enfoque. Singularizados por su naturaleza y geografía peculiares, vinculados por uno de sus más admirables elementos –un mar que sus tierras encierran-, estos estados poseen sin duda una de las más vivas y originales confluencias en el país de antiquísimo patrimonio cultural, proceso histórico propio, dinamismo, novedad y creación contemporánea. De la milenaria pintura rupestre a su recreación —evocación y actualización— en manos de los artistas jóvenes de hoy, de una no lejana etapa fundacional a un momento de efervescencia artística —literatura, teatro, artes plásticas—, el noroeste de la República se revela también como un ejemplo de nuestra difícilmente apresable diversidad cultural.
Y al igual que ene le caso de las otras regiones, ello nos hace ceñirnos apenas a una instantánea. Instantánea que tiene el valor de ser propuesta no individual sino colectivamente, no sólo por la revista sino por los mismos estados: a través, en este caso, del Instituto Cultural de Baja California y el Centro Cultural Tijuana; el Instituto Sudcaliforniano de Cultura; la Dirección de Investigación y Fomento de la Cultura Regional (DIFOCUR) del Estado de Sinaloa; y el Instituto Sonorense de Cultura, así como el Grupo Editorial Siquisirí, instituciones todas a las que reconocemos públicamente su valiosa participación.
Cumplimos, con ello, el propósito inicial de ofrecer a nuestros lectores una muestra integral de la vida cultural del país en la actualidad. También, de ensayar un enfoque editorial que asegure la pluralidad que un espacio como Tierra Adentro se ha empeñado en reflejar. Sean los resultados arrojados por la serie que este número concluye la base para proseguir, durante 1997, con esta orientación.