Tierra Adentro

Revista Tierra Adentro núm. 77

Homenaje a Salvador Elizondo
Diciembre de 1995-enero de 1996
64 pp.

 
En 1965 irrumpió, en el panorama de la narrativa mexicana, el libro Farabeuf o la crónica de un instante, de Salvador Elizondo, obra pionera de una distinta forma de asumir la literatura dentro de la modernidad.

Desde entonces, Farabeuf no ha dejado de irradiar una especial fascinación por sus significados y su lenguaje. A 30 años de ese suceso literario, Tierra Adentro ofrece una justa celebración del talento de Salvador Elizondo, protagonista fundamental de nuestras letras y uno de los renovadores más ambiciosos de la literatura en lengua española.

Al texto inédito del autor de El grafógrafo y Elsinore, dos de sus obras más destacadas, lo acompañan una entrevista y un ensayo que nos brindan una certera imagen de este escritor. Además, semblanzas y comentarios acerca de Julio Cortázar, Lautréamont y Valentine Penrose, todos ellos unidos por el diálogo a veces subterráneo entre escritura y luminosa oscuridad.

Como el espacio dedicado a los jóvenes creadores del interior del país, Tierra Adentro destaca la búsqueda poética de Ernesto Lumbreras, poeta jalisciense nacido en 1966, uno de los primeros autores del Fondo Editorial Tierra Adentro y quien obtuviera el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes en 1992. Por lo que respecta a la narrativa, entregamos al lector una entrevista con la narradora coahuilense Magolo Cárdenas.

Finalmente, pero no al último, presentamos una nutrida muestra de poetas y narradores de diferentes regiones del país, y en el espacio plástico la obra de dos artistas jóvenes destacados: María de Lourdes Domínguez Cruz y Luis Carlos Hurtados.

Tierra Adentro se mantiene así como una revista cuya publicación ha reunido, en el curso de su ya largo itinerario, a distintos escritores, editores y promotores culturales identificados por una dedicación común: contribuir al conocimiento y la valoración de la cultura nacional, y que, más allá de la aportación y el esfuerzo de quienes la han realizado y la realizan, obedece a una tradición y, sobre todo, a una vocación cuya firmeza y razón de ser ha probado ya el tiempo. De cara al inicio de una nueva etapa de labor, en 1996, reafirma esa vocación que presidió su origen y que ha orientado y seguirá orientando las transformaciones que, en distintos momentos, han querido revitalizarla y fortalecerla como una propuesta editorial vigente y necesaria en el panorama nacional.