Tierra Adentro

Revista Tierra Adentro núm. 68

Trópicos
Noviembre-diciembre de 1993
64 pp.

 
Los trópicos resultaban ya una temática obligada para nuestra revista, después de los dedicados al mar, los ríos y el desierto. El calor, la fiesta de colores y aromas que cantó Pellicer, la selva que toca a la puerta, que camina por la calle del pueblo como por su casa, forman parte de esa tierra adentro que constituye la geografía de México.

El número se abre con la que probablemente fue la última entrevista que concediera la pintora Olga Costa, cuya sensibilidad centroeuropea (había nacido en Alemania en 1913) se había posesionado ya de lo mexicano (vivía en nuestro país desde 1925 y radicó los últimos años en Guanajuato, donde murió), pintaba hermosos paisajes, floras de deslumbrante riqueza cromática. Tierra Adentro quiere rendir con la publicación de esta entrevista un doble homenaje a dos grandes artistas recientemente desaparecidas, Olga Costa y Lola Álvarez Bravo, de quien se publica una fotografía de la primera.

Habría sido difícil ignorar, incluso sin la voluntad de extender los lazos de amistad y de lengua con otros países latinoamericanos, que se hiciera un número sobre el trópico sin contar con el autor de Gabriela clavo y canela y Doña Flor y sus dos maridos. Roxana Elvridge, miembro de nuestra redacción, y Ernesto Lumbreras —Premio Nacional de Poesía, colaborador de la revista— entrevistaron al autor brasileño. Acompañando al gran narrador se publica un texto de Margo Glants, brillante escritora, amiga y maestra de las nuevas generaciones de escritores.

Redondean estás páginas del trópico sendas entrevistas con el poeta José Luis Rivas y con el novelista René Avilés Fabila, cuentos, poemas y crónicas de Macario Matus, Teodosio García Ruiz, Juan Joaquín Pereztejada, Arturo Córdova Just, Mario Rey, Joel Mendoza y una muestra de jóvenes escritores de diversas regiones del país, así como una muestra de plástica de pintores veracruzanos, así como el potosino Eugenio Mendoza, y un iluminador ensayo sobre las relaciones entre José Carlos Becerra y José Lezama Lima.