Tierra Adentro
32 futuras geografías

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Carolina Platt

Hermosillo, Sonora
1981
Cineasta

Estudió la licenciatura en Artes Audiovisuales en la UDG, donde dirigió tres cortometrajes: Aurora, Cuento de gaviotas y Verde pistache. Actualmente está por terminar su primer largometraje documental, La hora de la siesta, proyecto realizado con apoyos como el Latin America Media Arts Fund del Tribeca Film Institute, el del Programa de Estímulos a Creadores Cinematográficos del IMCINE y una campaña de crowdfunding en Fondeadora. Por otro lado, se encuentra desarrollando dos proyectos: el cortometraje de animación La niña árbol y el largometraje documental Los detectives del desierto.

Crear desde Sonora significa lo mismo que hacerlo desde cualquier otro lugar. El tema que me interesa está en mi cabeza y en el lugar donde sucede, y eso es lo único que importa al hacer una película.

No podría decir que tengo un método de trabajo definido. Casi siempre empiezo escribiendo sobre algo que haya llamado mi atención: la idea de una historia, la sensación de un lugar o la impresión de un personaje. Y la música me ayuda a concentrarme, siempre hago un playlist con canciones que sostengan el ambiente o sentimiento que estoy desarrollando.

Busco plasmar con honestidad algo que sentí, pensé o viví. El cine siempre ha significado para mí una especie de refugio en donde se puede sentir y entender todo al momento justo. En ese sentido creo que nos vuelve más libres, por lo menos mientras las luces permanecen apagadas. Es eso lo que intento: escoger un misterio y resolverlo, o intentar resolverlo. Lo que yo sentí, allá, en el pasado, traerlo a tu presente como una historia que no puedo dejar de contarte. Y creo que la estética depende de cada película. Leí alguna vez que hacer una película es como aprender un idioma nuevo, el idioma de esa película y nada más.

Lo más difícil para un artista joven es encontrar tiempo entre los trabajos que realmente nos dan de comer, que los proyectos personales no se estanquen.

La tecnología ha cambiado el modo de hacer y entender el cine. Siempre hay una cámara cerca y, si no, están los celulares. Puedes grabar lo que te dé la gana y editarlo en tu computadora, pero eso no significa que todas las películas que puedas hacer vayan a ser buenas. Un proyecto crece y madura con el tiempo y con las dificultades que encuentra en el camino. La hora de la Siesta no sería lo mismo si alguien me hubiera dado el presupuesto que yo quería el primer año. Era necesario procesarlo, cocinarlo y dejarlo reposar. Era necesario que a mí me pasaran muchas cosas mientras lo hacía, también. Hay que aprovechar las nuevas herramientas, pero no dejarles toda la diversión ni la responsabilidad a ellas.

Quisiera recomendar a una artista sonorense increíble, se llama Venecia López, ella dibuja, pinta, escribe. Me encanta su trabajo, me hace imaginar muchas cosas. También recomiendo a Everardo González, un gran documentalista mexicano del que he aprendido mucho a través de sus películas y sus consejos.