177. La sabiduría de la emoción. Vida y literatura de Ermilo Abreu Gómez (Ensayo)
Autor: Jorge Pech Casanova
1998, 104 pp.
La sabiduría de la emoción. Vida y literatura de Ermilio Abreu Gómez fue finalista en el certamen Vida y Obra de Ermilio Abreu Gómez, convocado en Yucatán con motivo del centenario de este autor en 1994.
Con una limpieza prosística singular y un reflexivo llamativo, este libro de Jorge Pech Casanova lleva a cabo un ajuste de cuentas indispensables para documentar una parte central de la historia cultural mexicana de este siglo a través de la figura y la obra de Ermilio Abreu Gómez, un intelectual opuesto a muchas de las hegemonías literarias que las vanguardias locales, como las de los Contemporáneos, exaltaron y pretendieron imponer.
A pesar de los lugares comunes de una crítica que condenó al autor de Canek a un segundo sitio creativo por su interés nacionalista y su mirada etnológica, Pech Casanova demuestra que en Ermilio Abreu Gómez se operó una nueva síntesis artística donde la mesura clásica puso en práctica una retórica de la contención y de la reticencia, una política expresiva de la discriminación, que así eludía el trillado camino de lo experimental y regresaba al poder mismo de la palabra como acompañante y testigo de la acción del ser.
La imaginativa relectura ermiliana que Pech Casanova ha hecho como si fuera una red de combinaciones inéditas o una caja de resonancias antes inadvertidas, descifra otros planos significantes en la obra de este escritor peninsular, como el espacio de lo político en Canek, que “enseña cómo opera el poder y cómo debería de operar”, al mejor modo de la tradición literaria clásica, y su predicción libertaria, aquello que se llama segunda mirada o videncia y que es constitutivo de la penetración que el arte real concede, acerca de la aún pendiente problemática indígena que lacera al país. Éstas son las tareas canónicas del arte de la palabra, que Pech Casanova cumple con talentosa solvencia: leer de nuevo a nuestros predecesores para hacerlos hablar otra vez.
Fernando Solana Olivares