Cada calle es una calle sola sin otras que a simple vista la crucen por amenazantes, son pocas y bien largas, lo suficiente para huir a tiempo si vivís justo en el medio de una calle que está en una manzana larguísima equivalente a tres cuadras y escuchás el ruido de los invasores o de los que quieren deportarte, llevarte a una guerra matarte de frío, de hambre, de venenos buscarte para ir a lugares desconocidos que tienen demasiadas calles, tres calles donde en las colonias hay una sola, con el número correspondiente de esquinas por donde doblan y pueden acceder rápido a todas las casas robar chicos, secuestrar comida, usurpar violar a las rubias, rayar los pisos, desparramar las piedritas, arrastrar macetas romper los jardines y las verjas pintadas.
¿Qué veíamos en los perros?
¿Qué veíamos en los perros? La agilidad de los galgos no alcanzaba y los hombres necesitaban meter sustancias en sus cuerpos.
Dos poemas
Así como si no hubiese transcurrido el día que limpió el polvo del aire, las cenizas dentro del viento frío que parece estático pero que en verdad está en movimiento, las estrellas una por una aparecieron y nosotros vimos nuevamente el cielo.
2001
Me acuerdo de que una tarde de sábado del año 2001, debe haber sido octubre o noviembre… no, creo que más bien, fines de noviembre, me vestí con un traje color turquesa que tenía un estampado de caballos.
Cebras
Cebras que pastan; el amor tiene formas así, penachos cuando logra que el minuto se complete devore la hora, preñada de días, tal vez años, tal vez fila de estrellas, y mueva la cola al compás de las moscas y las moscas se retiren a su muerte por un rato.
Los potus
esta mañana saqué afuera los potus mellizos al regreso de la jornada ellos me hablaron del viento y del sol que son como una música animal en los primeros instantes los tallos se ablandaron pasaron de una sala de espera controlada a un boliche con humo negro (exterior) dijeron que si quería lastimarlos mejor era de a poco cerca del mediodía eran machos sudaban y era inevitable doblarse el vecino los miró extrañado y dijo en voz alta: qué lindas macetas para plantas de interior
los potus mellizos se conocen desde siempre llegaron juntos a este mundo pero cómo es la vida que al final de la jornada uno estaba casi muerto y el otro casi vivo abrí el portón y los vi ya las hojas de uno no se veían acurrucadas aún atadas al tallo haciéndose una siesta sobre la tierra y el otro erguido encarando ese mundo de luz y viento nuevas plagas ausencia
quise sacarlos para lucirlos hermanos de savia ahora aprendí una lección de botánica los espacios se respetan está el adentro y el afuera morirse es de a poco y la vida depende de todos
me hablaron del verano que pasa de veinte grados a una lluvia helada y retoma empoderado el calor astringente dijeron que lo difícil así es respirar me senté frente a ellos les sonreí ellos no se movieron estaban aún echados pero yo los miré y les sonreí y ellos no hicieron nada entonces decidí quedarme los miré y les sonreí en el cielo la nube bajó hace calor les dije pero va a llover les dije quieren entrar pregunté y ellos estaban ahí como dejados qué lindas macetas, pensé ¿de qué se mueren?
esta mañana saqué los potus mellizos a la ventana del jardín son plantas de interior, pensé son plantas, pensé y ahora estoy acá, mirándolas y ellas, nada.