Aproximarse al pasado y retratarlo parece una hazaña imposible, sobre todo si tomamos en cuenta que lo que se pretende es hacer historia ¿Cómo se pueden evitar las trampas de la memoria para lograr que lo relatado en un documental tenga las características del discurso histórico? Quizás en la subjetividad se encuentre la respuesta.
La experiencia del documental
Como ocurre con la ficción, en el documental la pantalla nos permite identificarnos con situaciones que nos atañen en tanto humanos, sólo que en este caso, una vez concluido el drama, la catarsis que experimenta el espectador se ve interrumpida por la noción de que lo que ha presenciado está ocurriendo aún en nuestro entorno próximo.