Revista Tierra Adentro núm. 108-109
Mujeres en el arte
Febrero-mayo de 2001
104 pp.
“Lo que pasa es que los hombres no necesitan el reconocimiento de nadie para ser; quizás algunas gentes entrañables, pero las mujeres yo creo sí lo necesitan, no es sólo cuestión de vanidad, sino de algo mucho más profundo que las mujeres en general no reciben.” Con el testimonio de la escritora Elena Poniatowska, que forma parte de la entrevista que el poeta Juan Domingo Agüelles le hiciera a propósito de su libro, de reciente aparición, Las siete cabritas, se abren las páginas de Tierra Adentro a la creación artística y literaria de las mujeres.
En el milenio que iniciamos, el reconocimiento a las aportaciones de importantes creadoras como Rosario Castellanos, Elena Garro, Frida Kahlo y Nellie Campobello, y que aquellas que pertenecen a generaciones posteriores, se vuelve indispensable en la búsqueda de una cultura nacional diversa y enriquecedora. De este modo, la presenta entrega es una muestra breve, aunque reveladora, del quehacer de las mujeres en el arte.
A la participación siempre actual de Elena Poniatowska, le sigue una crónica de un viaje de María Luisa Puga, que nos mandó desde Zirahuén, lugar en el que reside desde hace varios años.
Heredera de la tradición legada por los relevantes artistas como Tina Modotti, Lola y Manuel Álvarez Bravo, Mariana Yampolsky nos devela el rostro del México rural, el de ayer y el de hoy, y la realidad de un pueblo: el indígena. A través de la lente de su cámara fotográfica y de sus comentarios puntuales, la maestra nos lleva al otro México, del que nos dice: “nuestro pueblo siempre ha demostrado interés por hacer cosas bellas. Mucho de lo que llamamos arte popular es sublime y ha enriquecido otras expresiones del arte”.
Inteligencia, sensibilidad y conocimiento de la vida hacen de la poesía la más alta expresión del ser humano, y a ella nos acercan dos de nuestras mayores creadoras: Dolores Castro y Enriqueta Ochoa.
“El concepto de escultura ha cambiado, el campo se ha expandido y las fronteras se han diluido”, ahora “se nos dificulta distinguir entre escultura, instalación, ambiente y objeto…” Tal es la opinión de Aurora Noreña en su ensayo “Mujeres en la avanzada escultórica”.
Por otro lado, Beatriz Espejo profundiza, en un artículo intimista, en la obra y la vida del narrador mexiquense, para la mayoría de los lectores desconocida, Carmen Rosenzweig, de la que señala: “es una escritora muy personal, sin pares ni semejanzas en la literatura mexicana femenina”. Beatriz Espejo nos abre las puertas del mundo autobiográfico, que linda entre lo real y lo fantástico, de la autora del libro Obrareunida.
Completan este número la obra de la joven pintora Claudia Gallegos y de cuentistas y poetas noveles nacidas en el interior del país.